martes, noviembre 20, 2007

SER


Pocas cosas hay tan fáciles y complicadas que ser uno mismo.

miércoles, noviembre 14, 2007

TRÍPTICO III: INDIFERENCIA


Extraño
verte y no sentirte
tocarte y no abrazarte
Duele tanto
tan cerca y tan lejos
tus ojos, tus manos

Un beso fugaz
y mi corazón
que no palpita
Ayer me desmayaba por ti
hoy ni un suspiro
solo un instante hueco entre los dos
la amplia varianza del tiempo
que determina caminos inusitados
tan tranquilos, tan serenos
tan espantosamente calmos
solo por
ya no sentirte
ya no amarte
ya no esperarte
ya no suspirarte

¿Qué será de nosotros?, preguntaste hace mucho
Mataste todo lo bueno en mí
Maté todo lo bueno en ti
Esto
este pálido reflejo
es lo que queda de nosotros
lejanos a todo
tan insensibles
tan formales
tan racionales
tan normales
que damos asco.

TRÍPTICO II: PALABRAS


Planteo palabras imposibles
que me ames
que estemos juntos
que el pasado sea ilusión
que la sombra sea una idea lejana

Pero no

Las únicas palabras posibles
es que estés lejos
que mi llanto sea hueco sin ti
que en todo
te busque
que en nada
te encuentre
y que lo único fiel
sea tu borroso recuerdo
en el cual
ya nada es cierto
porque temo que lo que recuerdo
lo transformé, lo hice otra cosa
y entonces
tampoco ellos son ciertos,
y entonces

me

planteo

otra

vez

que solo
planteo
palabras imposibles
porque ya
nunca
jamás
estarás.

TRÍPTICO I: EL MUNDO SIN TÍ


El mundo
una ilusión difusa
hasta que llegas
y le das sentido
y centras todo
y rio
y canto
hasta que te vas
y otra vez
todo es oscuridad
y el mundo
una ilusión difusa...

miércoles, noviembre 07, 2007

ENCONTRAR LA PALABRA


Juro que quiero encontrar la palabra, ¿lo sabés? Esa palabra que te movilice, que te haga salir, que te levante, que te saque de tu ostracismo.
Pero no puedo, no sé, soy muy tonto y/o muy torpe, y me siento tan impotente.

Sólo puedo quererte, quererte a la distancia, rezar por vos, esperar que algo te ilumine o te haga clic o te haga ver que las cosas son lo que son, y que no pudiendo cambiarlas de manera alguna, puede y debe uno, vivir su vida, ser feliz, no perder el tiempo en metas que no se alcanzarán si no se avanza a paso firme hacia ellas, no quedarse en lamentos de cosas que no son y tal vez no sean, porque es como lamentarse de por qué el sol no es de color rosa bebé.

Se nos va la vida en vacuidades. ¿Por qué no respirar todo el aire de una vez, no saltar de alegría? ¿Por qué no estar bien simplemente porque tu día es de hoy?

Sólo espero tu sonrisa. Plena. Simple. Llena.

Después, como siempre, me iré. Porque que estés bien, me sobra y me basta y me plenifica y me llena.

martes, noviembre 06, 2007

AMARTE


Amarte no es una opción.
Es que desde que te conocí, no tengo más remedio.

AMORES SUEÑOS


Me perdí en tu nombre
navegando en tu orilla
no supe nombrarte
pero aprendí a amarte.

El cielo, es, a veces
un posible que se toca con las manos
y la distancia
ay, la distancia.

No hay ayeres que te incluyan
pero espero
que no haya mañanas que no te contemplen

Sin tu palabra, sin tu mirada
vuelvo a andar a la deriva

Pero es
como todo
un sueño

Sin notarlo, vas
estableciendo distancias
imponiendo olvidos

Ya
no te diriges a mí
no te acercas a mí

Ya
estás lejana
y cualquier excusa
te sirve para decir
que aún no
que tal vez nunca
que nunca fue
ni volverá a ser

Sabes
mis palabras
te nombran
ausentes
entretejen
renuncian
a exponerte
inútiles
incapaces
esperando
soñadoras
lo que nunca
existe
abrazarte
abrigarte
tan solo
figuras
fugaces
perdidas
en un sueño
que
se
va.

lunes, noviembre 05, 2007

EL FANTASMA EN LA NAVE

Miró desde la sala el espacio que se le presentaba con sus millones de ojos palpitantes y pequeños, antiguos, quizá muertos.
Bueno, en algo se parecían a él, pensó. Obviamente, él estaba muerto, y ahora era un fantasma que vagaba por la nave.
Aún le era extraño no cruzarse con otros fantasmas allí, porque muchos habían muerto aquél día que hubo una falla en los conductos de nitrógeno, que alimentaban las cámaras de criogenización, y los conductos de aire fueron inundados de material congelante.
Se miraba a sí mismo, sentado desde hace décadas en el mismo sillón, contemplando sin ver el infinito que le llamó desde siempre. Era extraño verse muerto y que su cuerpo no se hubiera descompuesto. Ironías del destino, que lo que le mató le conservaba en buen estado.
A veces quería limpiarse el rostro de escarcha, sólo para descubrir que ni siquiera una leve brisa podía ocasionar, y entonces se cuestionaba si, alguna vez, ese estado de vigilia inmaterial terminaría.
Mientras visitaba los otros cuartos, pensaba que, tal vez, entre fantasmas, no se veían entre sí. No era un gran consuelo, y tampoco importaba demasiado, al fin y al cabo. Y entonces, no sintiendo hambre ni sueño, ni frío ni calor, volvía al cuarto principal, donde él como comandante, se tomaba un pequeño descanso cuando la muerte se apoderó de la embarcación.

A veces, como ahora, está más sereno, y se piensa a sí mismo, y no entendiéndose, se pregunta: ¿qué pasará si la nave, por alguna razón, desaparece, sea porque la extraña suerte que tuvo este tiempo se acabe, en la que nunca se cruzó con ningún meteorito que le dañara seriamente, en que su rumbo no tuvo por meta ningún planeta, planetoide, luna, estrella u otros cuerpos celestes, o cualquier otro accidente ulterior al que acabó con la vida de todos los tripulantes acaeciera?
Se ve a sí mismo, tratando de imaginarse un mundo donde de golpe, la nave se desintegre, su cuerpo se pierda en la nada o también se vuelva añicos… ¿Qué pasará con él? ¿Qué será de sí? Si su cuerpo queda vagando en el espacio, ¿le seguirá? ¿Se quedará flotando, si no, en medio de la nada?
Quiere saber si él como fantasma será inmortal, o alguna vez su no-sombra pasará de este universo a algún otro.
A veces quiere recordarse en su vida cuando… bueno, cuando estaba vivo. Pero con el tiempo le cuesta más. ¿También los fantasmas sufren problemas de memoria? Ni siquiera recuerda si murió horrorizado o qué. El evento le tomó tan de sorpresa que sospecha que no pensó nada, y por eso su cara como casi a punto de cerrar los ojos, que tampoco le extrañaría demasiado, dado que muchas veces, allí se relajaba tanto que solía quedarse dormido. Sí, a lo mejor eso fue, que le agarró dormitando.
Y así transcurren los días, sin saber él qué es, con todas aquellas personas que sintió importantes definitivamente lejanas, sin razón, sin propósito, sin futuro, rodeado de la nada arriba, de la nada abajo, sin derecha ni izquierda, eternamente solo, infinitamente triste.

Gracias por leerme. Que tengan ustedes una buena semana :)