miércoles, enero 30, 2008

MIRAR


Pero mirar lo que no es, el ausente tiempo presente, la distorsionada historia que tiñe el dolor, es vestirse con andrajos en la nieve.

Mírate. Tu tiempo es tuyo. Y no hay mayor amor hacia el ido, que las fuerzas gastadas en vivir.


ESTOS DÍAS


Poco queda de vos en mí. Palabras, gestos, olores, todo en recuerdos.
Pocos recuerdan que te fuiste en estos días de enero. Pocos recuerdan tu sonrisa al viento y corriendo palomas en 9 de julio.
Sólo un rastro imborrable en tu mirada que no se va y una Buenos Aires que te revela en un cine en Belgrano y con la noticia de la muerte de un amigo comprando en Casa Núñez.

Pienso todos los días en tomar el teléfono y llamarte y que estés del otro lado, pero esa imposibilidad frustra mi esperanza. Quisiera estar donde estás y no bajo este cielo caluroso que permanece más de lo debido y conocidos que creen que todo es tal cual lo han conocido y nunca han sabido que una mirada desde una estrella es demasiado general que para quién vive en el suelo.

Un regalo que me has hecho y no me animo a abrir, palabras que fueron dichas y otras que no. Para ti, mi recuerdo, mi tiempo, mi amor.


viernes, enero 25, 2008

LA FALSA OPCIÓN DE “ESCUCHAR A LA GENTE” (II)

Podría uno ser más cruel y hablar de que, la mejor forma de escuchar a "la gente", es lo que éste conjunto vota. Es el ejercicio democrático. Y es la forma de mostrar que el pueblo argentino, si es para escucharlo por sabiduría o algo por el estilo que se le aproxime, nones. Pero bueno, estamos en este régimen, que NO hemos elegido, nos han IMPUESTO, nos VENDEN que es lo mejor entre lo peor, pero no agregan que eso no quita que siga siendo algo malo... porque bajo la máscara en los medios de que "ahora podemos elegir", lo cierto es que la posibilidad de elección es muy poca, ya que la mayoría de quienes llegan a esos lugares donde se postulan para obtener cargos legislativos o ejecutivos, han transado a troche y moche, con otros tanto o más corruptos que ellos mismos, porque no todos los corruptos los vemos, muchos están en las sombras, muchos no los conoceremos jamás.
Y la oligarquía nacional, que fomenta y estimula a estos muchachos, y si alguno se sale o intenta salir del redil, o se arrepiente, o no encaja totalmente en lo que se espera de ellos... seguro lo encuentran al día siguiente flotando en el río, si es que alguna vez lo encuentran.


1989-1995: Menem - Duhalde
Logros de la gestión:

  • Lo más terrible, y que a mí (que fui uno de los que votó a Menem en el 89, y que hasta ese momento, apoyaba lo que intentaba hacer, me hizo alejar de forma definitiva de él): los indultos a los militares golpistas del 76.

  • Los bonos de Erman, luego de apropiarse de los ahorros depositados en los bancos de los particulares (1991, recuerden que la misma crisis se había desatado previamente en 1981, y luego en 2001; o sea que faltan 3 años nomás para que se desate algún problemita bancario otra vez. Consejo: compren reales, que el dólar se va a venir abajo en cuanto caiga el imperio, y el euro no va a subir mucho más)

  • El desmantelamiento del Instituto Malbrán, que lo desguasaron, para favorecer la instalación y el afianzamiento de laboratorios extranjeros... y privados, además

  • La privatización de YPF, como modo de financiar la fiesta a la que luego se entregaron Menem y sus secuaces

  • La estatización de la deuda privada, que ya había empezado con Cavallo cuando fue ministro de los militares del Proceso de Reorganización Militar

  • El cerrar los trenes públicos, sobre todo (él mismo lo dijo) los trenes que iban al interior, porque "daban pérdida"

  • La venta espúrea a España (al amigo Aznar) de Aerolíneas Argentinas, que poseía uno de las mejores líneas de vuelo del mundo, y que cumplía con uno de los más altos estándares de seguridad

  • El vaciamiento del Estado en general

  • La adecuación de la Carta Magna a los intereses espúreos del presidente del momento, Carlos Saúl Menem, y el arrodillarse del otro "gran partido nacional" (además del justicialismo) que eran los radicales, representados por Raúl Ricardo Alfonsín, para no quedar fuera de ese lamentable momento histórico (permitirle a Menem ser reelegido, o mejor, continuar haciendo sus negocios)

  • La destrucción de la industria nacional, haciendo desaparecer el cordón industrial que fue orgullo de este país durante décadas

  • Varios etcéteras más


Y "la gente", con su sabiduría a cuestas (porque gracias al desastroso 1:1 de Cavallo "la gente" podía ir fuera del país y comprar equipos importados, recorrer Europa, comprar un Armani a U$S 50.000 aunque el traje se hiciera acá en Argentina, y ellos solo le pusieran el logo de la empresa) lo votó en el 95.

Y pese a los desastres que hizo en su segunda presidencia, entre los casos de corrupción que estallaron, la recesión que asoló, el incremento de la pobreza, la tasa de indigencia, el porcentaje de mortandad que aumentó en las provincias más pobres (aunque sus gobernadores y lacayos incrementaran su patrimonio a cifras obscenas)... ¡hubo gente que lo votó en el 2003! Y encima, ¡¡¡GANÓ!!! Un tipo que es la imagen viva de la corrupción. Y que confirmó que es un cagón cuando arrugó para la segunda vuelta con Kirchner y dejó que éste triunfara.


HECHOS DEMOCRÁTICOS DE LA GENTE

Como se sabe, "la gente" son quienes viven en Barrio Norte, en Belgrano, en Recoleta, en algunas zonas de Palermo, reales o inventadas, San Isidro, Tigre, Olivos, Tortuguitas y pocos barrios más. Los que vivimos en Moreno, San Miguel, Villa Lugano o Villa Soldati, somos "negros de mierda" como seguro pensarán y dirán los lectores de La Nación.

Por ejemplo, si un pobre entra a un local de comida a pedir... comida, sin romper nada, en seguida lo sacan carpiendo y "la gente" dice: "¡Qué bien!", cuando no dicen "¿Cómo dejaron entrar a esa gentuza?".
Si cortan calles: "maten a estos negros de mierda, vagos que no quieren trabajar". Analizar este párrafo da para laaaaaaaargo y tendido, el tema de la falta de trabajo (aunque haya ignorantes o gente que no mire un poco lo que pasa en el país, quienes son los que obtienen trabajo, la poquísima oportunidad que tienen quienes no pertenecen a una clase media media para arriba, y varios considerandos más), pero lo más importante... el desprecio, el racismo, la discriminación que les encanta exhibir a los porteños (yo he vivido en Buenos Aires, donde nací, o estado con mayor o menos tiempo en Corrientes, en Santiago, en Formosa, en Mendoza, en San Juan, en Chaco, y las personas de las grandes ciudades o las capitales no se comportan así).

Pero si esa misma "gente", los que piden una bomba de hidrógeno para los piqueteros porque les cortan la calle, reclamando legítimamente por mejores condiciones de trabajo quienes trabajan, por salud, por educación, por alimentos cuando están en una posición abyecta, enojada por los ahorros se los incautó el estado, protegiendo, como siempre, a los privados, bloquean calles, avenidas, rompen veredas, vidrios de bancos, lastiman transeúntes en el camino... es "el pueblo" manifestándose. Y están en su derecho y su indignación es justa.


PARA MÁS MUESTRAS DE SABIDURÍA, VEAMOS ALGO CHIQUITO

Si "la gente", llena de conocimientos sobrehumanos y casi divinos, pensara un poco... ¿qué esperaban de un tipo conservador como De la Rúa? ¿Porque fuera a la reunión de la Internacional Socialista, pensaban que iba a cambiar? ¿O no se pusieron a ver a quién votaban?
¿Y adonde quedó el "que se vayan todos"? ¿Desde que pueden vivir mejor los políticos son ahora los más honestos del planeta? ¿No son los mismos que pedían prender fuego a todos ellos?
Vamos, que "la gente" exaltada es un peligro.
¿O no eran ellos los que aplaudieron la llegada de los militares durante 40 años al poder, agradecidos de que los militares vinieran a "traer orden al país"?



Digo, todo esto nace de esos clichés que uno no sabe de dónde salen, pero se instalan y luego todos lo repiten como loros. En mi opinión, los periodistas que ven que es más fácil apropiarse de una idea ajena que elucubrar una propia, pero bueno, ¡es lo que hay!

Como reflexión, solo digo: un reclamo certero, justo, entendible, no es necesariamente valedero. Pedir, por ejemplo, electricidad al gobierno, es entendible, que te quedes sin heladera ni aire acondicionado en épocas de mucho calor -que es cuando verdaderamente uno tendría que tener corriente en su casa, dicho sea de paso, cuando más se la necesita... ¿para qué quiero electricidad funcionando a pleno un 5 de mayo, cuando el clima es medianamente agradable a agradable? Pero en verdad, tendría que pedírsele que aproveche los fondos de que dispone el Tesoro Nacional para fomentar inversiones energéticas en el país.
O buscar e implementar nuevas formas, uso de energías alternativas para satisfacer la demanda interna, en primer lugar, del país, es otra. O las dos juntas.

En fin, que "la gente" no garantiza nada, aunque los medios, se sabe, trabajan para llegar a un público masivo. Y no hay mejor manera de llegar que sobarles el lomo diciéndoles que son una especie rara, pensante, inteligente, infalible como el Papa.


LEER


Poco que ver con el motivo del blog, pero bonito, bueno, ameno, explicativo. Ésta nota impresionante sobre YPF, el vaciamiento del país desde los militares hasta Menem, y algunos otros temas.



Gracias por leerme y que anden bien :)

miércoles, enero 23, 2008

LA FALSA OPCIÓN DE “ESCUCHAR A LA GENTE” (I)

En ciertos círculos (periodísticos) y de ahí a la gente que vive pendiente de lo que se habla en los MCS y los creen infalibles y verídicos (más o menos como que tu vereda no existe si no sale en televisión), se ha colado, desde hace tiempo, esa estupidez de “escuchar a la gente”, como si la gente, por el simple hecho de ser en sí o ser consideradas "la mayoría" supiera algo que la gente que gobierna no, o fuera poseedora de algún tipo de conocimiento sobrenatural o más profundo.

La gente, por no decir los que viven en las ciudades populosas -los que viven en ciudades poco numerosas, para los medios, ni siquiera son gente, salvo que haya que buscar violadores o secuestradores o delincuentes o la peor laya que exista-, ya que esta consigna viene acompañada de (para el político al cual se estén refiriendo en ese momento) "que se baje del auto con guardaespaldas y viaje en bondi, en subte, en tren”, puede tener reclamos muy válidos y valiosos, pero hay algo que es claro: salvo algunos que miran un poco más allá del vidrio de la ventana de su casa, la mayoría plantea, piensa la realidad como una totalidad que parte de la propia experiencia y, por obra de magia, la convierte en universal. Es decir, mi problema es “el problema de todos”.

El chiste de por qué es una falsa opción (algo es falso desde el mismo momento en que no es válido la totalidad de las veces), viene dado por el hecho de que usualmente, lo que se pide, es lo que vale desde la comodidad o incomodidad que un hecho determinado retumbe en la vida personal de cada una de las personas que integran eso que el colectivo (o circo) periodístico, llama “gente”.
O los espejitos de colores, que a "la gente" le encanta comprar.


MIREMOS UN POCO LA SABIDURÍA DE "LA GENTE"

Por caso, el gobierno de Macri tiene algunas aristas interesantes en este punto.

Tomemos el caso de los despidos a mansalva producidos apenas asumió el gobierno. Y aunque podría dar una mirada desde adentro, prefiero poner una mirada desde afuera.

Por ejemplo, quejas en la atención. Es vox populi que la atención en las oficinas públicas (desde bancos hasta entidades como Rentas) es mala. Ok. De acuerdo. Entonces comparemos primero con los privados: ¿su atención es “excelente”? ¿No les pasa, en verdad, que en los entes privados es más difícil hacer reclamos, si se los hace, siempre tienen una excusa para no tomarlos, si los toman, no resulta que “misteriosamente” el reclamo cambia mientras pasa de un sector a otro? Yo lo sé, cuando reclamé el por qué no me había enviado la Obra Social la factura del mes de noviembre: el muchacho que me atendió dijo que iba a poner un reclamo a Facturación para saber por que no emitió la boleta. Cuando llamo tres días después, y me atiende una joven, el reclamo se había transformado en una consulta al Correo Argentino de por qué no habían enviado la factura a mi domicilio. Y de allí le contestaron: “¿Cómo vamos a enviar algo que no tenemos?”. Recién entonces, en mi segunda llamada, se envió la consulta a Facturación.

Podríamos ser más ácidos si habláramos del famoso corralito, y lo que vino después. Pero eso me lo guardo para lo que opinaré después.

¿Y los bancos privados? Como conversábamos con un amigo, desde que los reformaron, le sacaron bancos, de modo que, si hay gente mayor haciendo cola, embarazadas, discapacitados, no tienen dónde sentarse, y encima, no te atienden enseguida, sino que podés comerte entre 40' y 2 hs. de cola. Y sin baños. Y son de atención al público.

O las empresas privadas de telefonía celular. Un pseudo paraíso para que entres, un infierno a la n para que te den de baja la línea. Si se dignan atenderte.

Después, el volumen de gente con que se trabaja. En Rentas, por suponer, hay entre empresas, particulares, organismos de gobierno, etc., tranquilamente un millón de inscriptos. Ninguna empresa privada maneja ese volumen de gente. Y atienden mal con el 1% o 2% de ese número.
"La gente" se pregunta por qué siempre los cajeros están sellando, cuando tendrían que estar atendiendo gente. Bueno, a eso se le llama “sobrecarga de trabajo”, y cualquiera que haya estudiado Recursos Humanos, sabrá que probablemente, esas personas estarán haciendo tareas que no son las que tienen delegadas en los atributos del puesto, sino que les han dado para hacer más de lo que deberían.

Es obvio que falta personal allí. No invalida que haya gente que cobra y no trabaje, y que probablemente le de parte de lo suyo al político que le puso allí, pero bueno... ¡ESO SERÍA LO QUE HABRÍA QUE DETECTAR EN PRIMER LUGAR!, no echar como si fueran desperdicios a la gente que hace que la administración pública, mal que mal, funcione. Porque muchos saben que los contratados son quienes más laburan. Y que buena parte de quienes están en planta permanente, son los que “tributan” a los politicastros de turno.

Entonces, cuando la gente pide “que los echen a todos”, está enfocando mal las cosas, porque precisamente, echando a la gente que labura, se busca producir un vacío en lugares esenciales del gobierno. ¿Y qué se hará con esos servicios que ahora no se prestarán? Lo más fácil, parte de lo que vino a hacer el hijo del empresario que dejó una huella en el estado argentino Franco Macri (recuerden la concesión del Correo Argentino), de manos de su amigo Carlos Menem: privatizar. Sí, así luego esos servicios pasarán a ser subsidiados por ser parte de la administración pública, y de esta manera, una manera “legal” de vaciar las arcas del Estado. Seguro entonces se dirá desde los medios que la atención ahora es “excelente, brillante, nunca vista”, pero será porque responderá a los intereses de quienes lucran, y han lucrado, con el dinero que la “gente” paga en impuestos.

No les extrañe, tampoco. ¿Recuerdan el clásico del riojano “Ramal que para, ramal que cierra” (cuando los trabajadores hacían huelga por las pésimas condiciones de trabajo que tenían, y no solo por los malos sueldos, sino por el trabajo riesgoso)?
Ahí también, “la gente” aplaudió. Así se privatizaron las líneas ferroviarias, las provincias que vivían de quienes las visitaban, que usaban el tren para vender sus productos, hoy están compuestas de pueblos fantasmas, donde la gente se muere de hambre y en donde quienes han podido, han emigrado a las grandes ciudades en busca de trabajo y comida, y probablemente vivan en las villas miserias dado que el grado de “sensibilidad” de la “gente” es nulo, cuando no piden que les prendan fuego a todos los pobres (insisto, lean en algunas notas sociales lo que dicen algunos exacerbados, cuando salen en La Nacion artículos sobre gente que vive en la calle, o que mendiga porque, ya sabemos muchos, si sos negro y pobre ninguno de los colegas del Ing. Macri (léase, empresarios) te va a tomar, así seas el tipo más inteligente y listo en tu profesión, si te han dejado estudiar, y entonces, otra no queda, más que confiar en la bondad de “la gente”.
Y así (volvemos con el tema de trenes) hoy “la gente” se queja de que los trenes no funcionan. Fueron los mismos ... que dijeron “aguante, Menem, usted hace lo que tiene que hacer”, como ahora le soban el lomo a Macri y le dicen “aguante, ingeniero, siga así, que no quede ningún empleado público en el Estado”.
Cuando las consecuencias de estas cosas se noten, esos mismos ... serán los primeros que gritarán que todas las oficinas públicas privatizadas vuelvan al Estado.

Y bueno, en mi opinión, ¿qué tendría que haberse hecho?

Lo que haría un ingeniero en Sistemas. Reconocer el lugar, relevarlo, detallar tareas, funciones, personal ocioso, personal trabajando, recursos disponibles, uso de los mismos, fallas y aciertos, hacer auditorías de personal y auditorías informáticas, etc.

Obvio, no sería una tarea de quince días, y seguro no sería efectista, pero sí sería eficaz y eficiente, porque se premiaría al que trabaja, y se dejaría al que no hace nada, o hace poco, o no quiere hacer. Y podría tomar un año, supongamos, pero el resultado de trabajar a conciencia, perduraría por mucho tiempo.

Pero claro, vende más salir en los diarios, y MENTIR diciendo que se despidieron a 2400 ñoquis. Lo que pasa es que los verdaderos ñoquis, están arriba, en sueldos altos, en planta permanente, y es más fácil decir aquello que buscar la verdad, tal vez porque ya se la conoce y entonces, como no es conveniente ventilarla, es mejor recurrir a lo fácil, agarrársela con el indefenso.

Continúa...

domingo, enero 20, 2008

PERFECCIÓN


Como tantas otras cosas, la perfección no se busca: se encuentra.


Mirando un capítulo de Joan de Arcadia, capítulo Secret Service, n. 18 de la segunda temporada. Mientras la hermana Lilly Waters discutía con la protagonista, Joan Girardi, acerca de Dios. Meditación que me surgió de esa charla, tan válida o inválida como cualquier otra

domingo, enero 13, 2008

SER LUZ


- Debes ser luz.
- ¿Yo?
- Debes ser luz.
- ¿Yo? Pero... yo no sé. Soy temeroso, cobarde, y cuando he tenido alguna relevancia, he sido soberbio, engreído, dictatorial.
- Por eso te pido que seas luz.
- Pero... no entiendo. Usualmente, o eso creo, el que es luz está al frente de unas personas, de un pueblo, de una comunidad.
- No. Te pido que seas luz.
- Yo... no entiendo... Explícame...
- Te pido que seas luz, porque en tu vida, en tu inteligencia, te he mostrado cosas, te he revelado cosas, en lo mejor y lo peor de tus elecciones. La luz no da cátedra. La luz no enumera dogmas. La luz está para mostrar, para revelar. La luz hace que lo bello reluzca, y que la ignominia resalte. La luz hace que uno vea bien el suelo donde está pisando, y sepa realmente, y se sepa realmente, de qué lado está.
- Eso que me pides, bien pensado, es terrible, peor aún que despreciarlos, que tratarlos como basura... Me estás pidiendo que les muestre lo que en verdad son.
- Sí y no. Sí en cuanto a que, en cualquier momento, toda persona es lo que es. Eso es invariable. Ahora, cómo son en un momento relativo de su vida, es otro tema. Porque el hombre nunca puede llegar a observar, a contemplar la verdad, dada su finitud, de manera total.
"No te olvides que, si expones algo a una luz fuerte, como te pido que lo hagas, que saques al día lo que se oculta bajo tierra, se presenta la siguiente paradoja: lo que sea, bajo una gran luz, proyecta una gran sombra, prosigue una gran oscuridad en donde ella acaba. Esa oscuridad son muchas cosas que no se sabe, es lo que hizo que una persona tomara la opción que tomó, lo que condujo a una decisión determinada, pero también, lo que hará luego de verse expuesto. Eso nadie lo sabe, eso lo hace cada uno, y en cualquiera está la posibilidad de romper con su pasado, para bien o para mal. Y estas encrucijadas se presentan regularmente.
- Pero no entiendo entonces mi papel... Cualquiera puede hacerlo.
- Ese es el punto. Cualquiera puede hacerlo. Pero no significa que todos tengan los aspectos que se requieren en determinado momento. Nadie es apto para todos los momentos. Usualmente, el que se siente preparado o elegido es el menos apto de todos.
- ¿Entonces?
- Entonces, que esta tarea es sólo tuya. Ningún ángel bajará a hacer lo que tú no hagas hoy. Por eso es importante tu acto hoy, porque tal vez tú tengas tu oportunidad de que mañana alguien te de luz a ti, pero a lo mejor, alguien se irá sin la posibilidad de haber visto lo que tenía que ver. Por eso es valioso tu acto de hoy. Porque es cierto, no te pido dogmas, no te pido creencias, ni religión específica. Te pido confianza y certeza, y que entiendas que quién se apodera de la verdad, necesariamente la deforma. Sólo quién se libera de sí, puede alcanzarla, en lo importante y lo valioso para él, que puede alcanzarla.
- No es del todo claro esto.
- No necesita serlo. No todo tiene un significado en el hoy, pero lo tendrá en el mañana.
- ... ¿Dónde ir?
- Donde el camino te lleve. Ya te dije: confianza...
- ... y certeza. Recuerdo.
- Ya no te pido solo claridad intelectual. Te pido movimiento, acción.
- Nunca fui de mucha acción, sino, más bien, alguien estacionario, que disfruta de un buen libro y un buen fuego, de una buena bebida y una buena comida. No creo estar a la altura de las circunstancias.
- Tal vez no, pero ningún camino se sabe si es o no posible sin intentar transitarlo.

Si todo esto fue un sueño, no lo sé. Estaba tranquilamente en mi oficina, mirando el horizonte. Pero algo en el tono de esa charla me dejaba inquieto. Porque algo había entendido, acerca de muchas cosas, ese día.
Tal vez consciencia social, o real iluminación, no importaba. Salí a la calle, al sonido de los autos, al ronquido de las motos, al grito de diareros. Una amiga me esperaba para un almuerzo y un llamado a mi celular rompió mi meditación callada.
- ¿Sí?
- Pasó... Lo que dijiste que viste, la otra semana, pasó... ¿Qué demonios sos?
Al principio no entendí, pero luego recordé. Y ahí supe que era cierto, que el tiempo de mostrar lo que vi estaba a la vuelta de esquina, y por el bien de todos, debía romper conmigo mismo y salir a la palestra, aunque nada en el cielo, en el aire o en la tierra, y hasta mi misma razón y mi conocimiento de ciertos hechos pasados y por venir, lo considera prudente o tan solo, entendible.
Pero debía hacerlo, aunque eso será parte de otra historia.

sábado, enero 12, 2008

DESPERTANDO A THANATOS


Desde hace tiempo ya (la atmósfera contaminada, el vapor de la calle, este café lleno de olores rancios, me obligan a pensar en algo), me siento como alternando entre dos estados.
Si pudiera trazar una analogía. O algo parecido. Soy como un canario que dejaron con la puerta abierta: dentro, aunque era una prisión, aunque no podía volar libremente, estaba feliz, comía todos los días, tenía horas precisas para despertarme, para dormir, para cantar, para alimentarme.
Bueno, esa prisión, ya no es tal. En cuanto puse la primera patita afuera de mi jaula, mi jaula fue botada y oscilo entre extrañar hondamente esa prisión, y la apatía cotidiana de no saber qué hacer. Como que la libertad absoluta me ha dejado sin ganas de comer, sin felicidad, durmiendo sólo porque es una necesidad fisiológica y no puedo evitarla, despertando pero porque la luz del sol no me deja dormir.
Así vivo, digo. Pero como esa avecilla, aunque lamente no estar más en mi prisión de oro, ya no hay retorno, aunque fuera una nueva jaula nunca sería la misma.
¡Qué demonios!, me digo. Miro a la gente en el café, contemplo la última gota de vodka barato en mi vaso que ahora veo que no era por la bebida precisamente que no se podía ver bien a través de él.
Estoy aburrido, pero aburrido de muerte. No hay nada peor que ver transcurrir los días sin sentido, despertándote porque el dolor de cabeza no te deja dormir más, si no, te hundirías en ese mundo de sueños donde te encuentras feliz, porque fue el único lugar que conociste donde estuviste tan contenido.
Así que, me digo, ¿a qué seguir esperando? ¿Un milagro? Lo siento, no creo. O mejor, creo, pero en lo que creo poco tiene que ver con destinos felices y sí en alguien que se divierte con las marionetas de carne que somos.
A lo mejor, no soy libre. A lo mejor, mi acto está contemplado, predicho. A lo mejor este inmenso acto de rebeldía que estalla en mi interior es tan libre como, tal como es para mí, detener con sólo pensarlo los latidos de mi corazón.
Bueno, no, no seré libre, cumpliré mi destino. Miro la calle. Veo pocas personas, todas envueltas en sus trajes especiales, gente del gobierno. En días así, no se puede salir. A mí, me han encontrado desde anoche, en este pestilente lugar lleno de vagos y borrachos como yo.
Veo tal vez la única flor del lugar, un chico atento, amable, hermoso. Lo sé por el rostro de las mujeres, que lo miran soñando, como yo soñaría con ellas sin tuvieran algo destacable. Ignoro qué hace acá. Hasta a un pelafustán como yo le dice “caballero” con voz firme y cálida. Sí. En medio de mis hedores, de mi somnolencia, de mi lubricidad mirando a una chica de la calle sentada en la mesa frente mío, también dando a la ventana, sé que él debe ser.
De los otros tipejos que me rodean, uno más insignificante que otro, nadie se ocupará. Tal vez hasta me darían las gracias por limpiar un poco de basura de esta ciudad. Lo dijo el intendente: “Los pobres son un estadio apenas superior a la basura, y cuando terminemos con ella, iremos por ellos”. Lo dijo el intendente, y me pregunto si se habrá mirado un poco y se habrá dado cuenta que con esa simple definición, situó a los pobres arriba suyo. Los traidores se traicionan a sí mismos, dijo alguien sabio hace tiempo.
Saco el arma de mi bolsillo del piloto, que parece que se va a romper con el peso pero no. Tengo la imagen en mi cabeza. El arma en mi mano, el chico mirándome con horror, jalo el gatillo, restos de su cerebro en el techo, la otra camar...
“¡No!”
Esa voz me sacude. ¿Quién es? Miro atrás. Una pareja jugando al Tali allí. Ni me había dado cuenta. Discutiendo por el desarrollo de los tiros. Vaya. Uf. Vaya susto. Todavía siento la palpitación. Mi viejo y cansado corazón que se sacude. Mi cuerpo gordo y maltrecho que siente que aguanta mucho menos que hace… demasiado tiempo.
Siento el arma en mi mano. Me había olvidado de ella. ¿Qué estaba por hacer? Justo el joven mozo me mira y me siento abochornado por esa mirada. No. Él no se merece lo que voy a hacer. Alguien sí, el que hizo que esta ciudad fuera un estado anterior al apogeo del nazismo en Alemania. Hasta nuestro intendente lo imita, con ese bigotillo parejito, sus ministros de familia bien, rubia y de ojos claritos, como su viceintendente, bonita, sensible, ultrarreligiosa, dispuesta a enterrar a todo aquél que no acepte la nueva religión, pero no sin antes darle con su miradita gris su bendición, que le da el toque mesiánico a su mensaje.
Hay mucho que hacer afuera, y yo fui de los mejores, antes que cayera. Hay mucho que puedo hacer, dado que ahora nadie me ve, todos me ignoran. ¿Magnicidio? No. Je. Es darle mucha entidad; simplemente, será cumplir con el precepto bíblico, poner el hacha a la raíz del árbol y si tiene frutos de hiel, talarlo y echarlo al fuego.
Extraño, encontrar mi destino me hizo despertarme. Lo siento en mis huesos, en mi piel, en mis músculos. Gordo y viejo, me siento fuerte, ágil. Bueno, siempre lo fui, sólo que lo había olvidado. Cuando me levanto de la mesa, lo hago sin los resoplidos que solía dar. Dejo unos billetes al lado de las servilletas, y salgo por la puerta a grandes pasos. Uno de los guardias en la calle me pregunta donde voy y entonces me da una mascarilla y un tubo de oxígeno.
No sobreviviré a este día, lo sé, pero al menos allanaré el camino para otros. Tal vez lo que venga sea peor, pero entonces se demostrará que la mala semilla está en el corazón de esta ciudad, no en determinadas personas en particular, y de ese destino ni yo ni nadie, salvo ellos, los podrá salvar.


Gracias por leerme. Que tengan ustedes un lindo fin de semana.