sábado, mayo 31, 2008

HABLANDO DE METER MIEDO

Cuando no se puede apelar a la razón, cuando la ignorancia propia anula la articulación de cualquier tipo de justificación, cuando no se pueden exponer ideas porque sólo la ambición los mueve, se llega a la violencia. Invariablemente.

Se criminaliza la protesta mediante los "amigos" que nunca faltan.

Se reprime, se persigue, se amedrenta. Como suele pasar, como hizo la dictadura a la que tanto denigran, principalmente a los trabajadores, sean del sector que sean. Mientras los amigos del poder, Moyano, D'Elía, pueden impedir a empresarios que vendan sus productos, pegarle a la gente que manifiesta pacíficamente contra el Gobierno, tomar comisarías, cagarse a tiros entre ellos, y no pasa nada, porque su cercanía con los gobernantes los cubre de impunidad.

Se siembra el terror. Se impone autoridad ejerciendo autoritarismo. Entre quienes ven como enemigos aunque ellos nunca se manifiesten, ni pública ni íntimamente, como enemigos del Gobierno. Aunque la acusación de stalinismo contra el Gobierno proviene de alguien del mismo riñón peronista.

De eso el peronismo sabe y mucho. Recuerden cuando surgió Perón, obligaban a tener la marcha peronista inscripta en el Documento Nacional de Identidad. Recuerden que la provincia de Chaco pasó a llamarse Eva Perón.

Autoritarismo. Represión. Persecución. Con razón añoran los 70. Porque si el peronismo nunca fue una expresión política que expresara mucho amor por la tolerancia y la discusión de ideas con el que piensa distinto, es en esa década, y finales de la anterior, donde se manifestó con un ente de intolerancia pura, de cúmulo de mentiras, de imposición del servilismo a las masas ignorantes encantadas de serlo (soy hijo de obreros, yo lo soy, viví toda mi vida en un barrio de pobretes -y a mucho orgullo-, he visto a cientos de personas explotadas por el gobierno de Menem, y argumentándome acerca de por qué lo votaban "porque es pueblo, es lo menos malo que hay"... ¿¿¿¿Menem pueblo????), de ejercicio continuo de expresiones contradictorias (engendraron tanto el terrorismo izquierdista con Montoneros, como el terrorismo parapolicial de derecha con la Triple A), de desprecio por la vida (interesante verlo a Piero "manso y tranquilo" tomando un arma y disparando a la gente cuando llegó Perón de España; busquen fotos de esa época), de búsqueda única del rédito propio aunque el país se hunda.

Por eso siembran ignorancia y pobreza, para que la gente viva pendiente de cómo sobrevivir apenas abren los ojos, antes que preguntarse quién permite, estimula, participa y ejecuta los hechos aberrantes que suceden diariamente. Por eso Perón dijo en su tiempo "zapatillas sí, libros no". Fue un plan maquiavélico, ejecutado en el tiempo y del que hoy vemos sus nefastas consecuencias.

Después dicen ser de izquierda y defender los derechos humanos.


Déjense de joder.

viernes, mayo 30, 2008

LA POLÍTICA DEL MIEDO Y OTRAS CUESTIONES

Desde hace un tiempo, con grandes voces, titulares en los diarios, pantallas rojas en los noticieros de TV, y cualquier medio de difusión que existe, ha reaparecido con fuerza (sin haber desaparecido nunca desde la primera vez que eso se instauró) la política del miedo.

Los Gobiernos siempre suelen sembrar esa dicotomía, desde el primero que recuerdo de Menem (peronista) cuando competía con Angeloz (radical) por la presidencia en 1989, alegando el gobernador de La Rioja contra su par cordobés que "soy yo es o es el caos".
El miedo hizo que Ibarra ganara en la segunda vuelta contra Macri en las elecciones de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, cuando el presidente de la Nación (peronista) más o menos que dio a entender que votarlo a Macri era facilitar la vuelta de Menem, y que Ibarra iba a recibir todo el apoyo del gobierno mientras que Macri... se vería. Hoy se prueba que no pasa nada según quién esté arriba.

El miedo aparece otra vez cuando, de un lado, acusan a las personas que tienen legítimos reclamos, que no todos lo tienen, de querer hacer un golpe de Estado. Esa palabra es fuerte, máxime cuando se sabe que los militares, más allá de, como dije hace un tiempo, ser siempre la avanzada de la derecha oligárquica y golpista y estar poniendo a prueba por los medios de comunicación y por determinados periodistas afines a ellos, como Mariano Grondona, NO EXISTEN. Una de las pocas cosas buenas que hizo Menem, destruir el poderío militar de las Fuerzas Armadas.

Miedo cuando el consejo nacional de un partido (peronista) dice que "están con nosotros o están contra nosotros". Explicitando, como si no se supiera, que el peronismo es un adalid del pensamiento único (del que esté al mando, aunque el que sigue opine todo lo contrario).

El miedo se quiere imponer cuando a la persona que protesta se la quiere ver de rodillas, humillada, para decirles a los demás "con ustedes, si alzan la voz, será peor".

Las noticias, obvio, son manipulables, y los medios no son ajenos a lo que se quiere sembrar. Porque la noticia puede ser alarmante, terrible, pero ellos la transforman en alarmista, angustiante. Como cuando empiezan a hablar de una corrida bancaria (teniendo en cuenta que este país se ha caracterizado por, continuamente, estafar a los ahorristas que guardaban dinero en los bancos).

El problema es que, desde los grupos terroristas de los 60 y 70, como los Montoneros (peronistas), los paramilitares, como la Triple A (peronistas, fundada por López Rega, superministro de Juan Domingo Perón y María Estela -Isabel- Perón), y finalmente, las Fuerzas Armadas que en el 76 instauraron el Proceso de Reorganización Nacional, que transformaron el miedo en un mal endémico que perdura en la sociedad argentina hasta ahora.

Miedo es falta de libertad, es no tener opciones. Es, en suma, NO TENER DEMOCRACIA. La democracia como tal, en la Argentina, NO EXISTE. Más allá de que estemos gobernados por corruptos y ladrones, que en un país serio (por ejemplo, como NO ES Italia, no en vano un gran porcentaje de su descendencia, llegada en el anterior siglo, es parte de la sangre argentina, en sus costumbres, en sus defectos) serían juzgados realmente hasta las últimas consecuencias.

Porque si se te dice que, si votás a éste, perdés tu trabajo "porque yo te traje", como pasa con los empleados municipales; si se te "disciplina" no dándote los fondos que por ley te correspondan, para que puedas gobernar tu provincia sin problemas, si sos opositor, y pasando por alto cualquier ley si "sos de los amigos"; si cuando se te secuestra, y no sos del partido gobernante (peronista) sabés que nunca te van a encontrar, pero si sos amigo del partido te "secuestran" y volvés sin problemas al poco tiempo; si un docente puede ser asesinado a mansalva y luego su recuerdo y su memoria quedan en la nada: no hay democracia.

Porque, insistimos, democracia es libertad. No hay libertad de elección si sabés que nunca vas a poder elegir a alguien honesto, o si lo hay, porque sabés que no lo van a dejar gobernar y lo van a bajar al poco tiempo, luego de constantes campañas de desgaste con problemas económicos, paros organizados por las centrales de trabajadores (peronistas), mucha prensa importante en contra (porque la corneta a veces apunta en una dirección y a veces en otra, tan "independiente" es), y entonces terminás optando por el que parece menos malo, que finalmente nunca lo es, como pasó con De la Rúa (radical). No hay democracia si tu voto vale la zapatilla derecha que no repartieron en el colegio a tus hijos, diciéndote que si ganan el lunes te la van a alcanzar, y si no, te vas a tener que conformar con la zapatilla izquierda que te dieron. No hay democracia si la cultura es despreciada como de poca o nula importancia, mientras el líder (Perón) gritaba "zapatillas sí, libros no". No hay democracia si una investigación se llena de muertes sospechosas, y la justicia dictamina siempre "suicidio", y finalmente decir: "Oia, no quedaron más testigos, qué lástima, cerremos el caso". No hay democracia sin un Poder Judicial realmente independiente. No hay democracia sin un Poder Legislativo realmente independiente, y no que agache la cabeza cuando desde el Poder Ejecutivo les "sugieren" que voten determinadas leyes. No hay democracia cuando un diputado (peronista y miembro de una organización terrorista en sus años jóvenes) se arroga el derecho de decidir por sobre el voto popular diciendo: "éste no me gusta, rechazamos su incorporación; el pueblo si no nos vota es porque no sabe votar, y es nuestro deber corregirlo".

¿Habrá salida para ésto? ¿Habrá realmente una salida?

Tal vez, si esto que falsamente llamamos "Democracia" se transforma en algo muy distinto al "Demos gracias" de que no nos pase nada (otro efecto del miedo, la sensación de inseguridad, física, económica, laboral, espiritual, etc.). Mientras tanto, es una tarea, para quienes querramos cambiarlo, destinada al fracaso.

Muchas gracias por su lectura y que anden bien