domingo, septiembre 30, 2007

IMPERIO

Título Original: Inland Empire (A Woman In Trouble).
Año de realización: 2006
Director: David Lynch
Protagonistas: Laura Dern, Justin Theroux, Jeremy Irons, Harry Dean Stanton, Julia Ormond,Piotr Andrzejewski (bajo el alias artístico de Peter Lucas), Naomi Watts, Scott Coffie, Laura Elena Harring, William H. Macy, Mary Steenburgen (y muuuuuchos más, pero estos son, entre los que reconocí y los que leí en la lista de protagonistas al final, los que recuerdo)
Fecha de estreno en Argentina: 13 de septiembre de 2007

DAVID LYNCH Y UNO

Algún conocido siempre me acusa de esnobista por gustarme el cine llamado "raro". El caso es que, salvo en El Camino de los Sueños (Mulholland Dr., en inglés), en que me perdí en dos o tres puntos -y que luego entendí que el problema es ese: su cine es maravilloso, precioso. Entra mucho el "me gusta porque sí", si no, tengo la variante "me gusta porque me gusta :D", y no todo lo que a uno le gusta tiene por qué ser racionalizado- la filmografía de este director no me parece muy difícil de entender.

Por lo demás, desde hace tiempo que lo que viene de él a este paisucho uno lo consume. Corazón Salvaje (que repite en Imperio a la protagonista femenina de ésta), Carretera Perdida, Duna, Una Historia Sencilla, El Camino de los Sueños, la serie de TV Twin Peaks.

No me hace para nada un experto en Lynch (pienso que poca gente lo hay, excepto, salvo que ella diga lo contrario, mi querida amiga Asokita). Pero sí he visto crecer sus obsesiones, internándose cada vez más en un mundo propio, donde si uno va con preconceptos de cómo debe ser un filme, lo más seguro es que saldrá defraudado.
Lynch no construye relatos coherentes, en el sentido cotidiano o común, para ser más precisos, de la coherencia, donde a un suceso le prosigue su inmediato posterior. Al contrario: como dice la protagonista de Imperio, "no sé qué ocurrió antes ni qué ocurrió después".

Así, con relatos fragmentados, está construyendo sus últimas películas (insisto, las que llegaron acá, ya que Rabbits, Dumbland y Darkened Room nunca se las vio ni en figuritas por Argentina). La coherencia se da en otro nivel, en el nivel de los sueños, donde uno nunca sabe como sabe lo que sabe, ni entiende por qué reconoce lugares donde nunca estuvo, y donde -anoche casualmente tuve un sueño así- uno puede empezar un sueño por el final de lo que luego se mostrará que es la continuación de algo que en el tiempo ocurrirá después.

Pero tampoco sus relatos son inextricables. Lo que pasa con algunos espectadores es resumible en lo que comentaba un señor que iba caminando tras mío cuando salió de la sala: "Después de un tiempo, solté la película. Sí, opté por no seguirla. Me estaba cansando de acumular información para cotejarla con lo que iba a suceder después, y le perdí el ritmo, y no entendí más nada". Y la acotación de la mujer que iba con él, que supongo sería su señora: "Sí, es una película de mierda, confusa al pedo".
Esto es, si uno va, como el muchacho que se sentó al lado mío, que fue, hasta donde parece, a consumir pochoclos y beber gaseosas, no va a llegar muy lejos con este tipo de cine -es más, saldrá puteando como salió él diciendo "por fin se terminó esta mierda"- porque requiere atención, analizar, cotejar, dejarse llevar a ese estado inconsciente que nos propone en algunas películas Lynch.
Por lo demás, y atendiendo a esto último, Lynch también tiene un costado pedante (excesivamente pedante, a veces), tanto que a uno le dan ganas de decirle: "Al fin, ¿a quién le ganaste?".

Por último, pero no menos importante, otra característica del cine de Lynch es el plantear preguntas que nunca se responden, y dar respuestas de cosas que no se preguntan.

Y usualmente -cuando musicaliza el maestro Angelo Badalamenti- una banda de sonido exquisita.

DE QUÉ VA EL FILME

Inland Empire es una zona cercana a Hollywood. Allí vive la protagonista principal. Tal vez es una imagen de lo que es el filme, algo que se filma en la llamada "Meca del Cine" pero que allí es donde menos repercusión tiene, como que esa singular cercanía marca un abismo de distancia entre ambos, una separación prácticamente insalvable.
Continuamos. A la actriz Nikki Grace (Laura Dern), la protagonista precitada, le llega la oportunidad de interpretar un papel que, aparentemente, la va a consagrar y la va a dejar de una vez para siempre en el Olimpo de las actrices de Hollywood. El director Kingsley Stewart (Jeremy Irons) consiguió un guión que todos califican de muy bueno, y quieren ser parte del filme que derive de él. Y también lo creen original, y ahí se da la primera nota de atención: el guión, como todos habrán sospechado, no es original.
El guión era la base de una película polaca. Pero algo pasó que muchos pensaron que estaba maldito: sus protagonistas murieron, y los actores, supersticiosos al fin, temen en principio un desenlace similar.
Igual aceptan rodar la película, y así como en el filme, un hombre casado y con hijos, Billy Side, se enamora de una mujer casada, Susan Blue, los protagonistas de la película dentro de la película, Devon Berk (Justin Theroux) y la citada Nikki Grace, también en pareja, empiezan a coquetear y a tener una relación.
Luego todo es una mezcla entre la realidad y la ficción, con planos que saltan de una situación de la vida real a otra dentro de la película. Así hasta el irónico final.

¿Y DE LA PELI, QUÉ?

Imperio no me parece una película complicada. Como sucedía en El Camino de los Sueños, hay mucho juego, si aquél onírico, aquí, como dije antes, entre la realidad de los protagonistas y la ficción que protagonizan.
El director busca mostrar todo lo que está oculto en muchas partes: en las promesas de estrellato Hollywoodense (aquí retoma la idea expresada en El Camino de los Sueños -remite realmente mucho a ella-, y hasta tres de sus protagonistas principales repiten presencia), los sueños personales que se frustran o se alcanzan, y un director que rueda una película con ciertos condicionamientos (igual que en El Camino de los Sueños).

Críticas se le pueden hacer, y la primera y principal, es que esta vez no sorprende. Tanto en su argumento, en el que dos o tres veces pasa por el mismo punto para remarcarlo, cuando con uno o dos era suficiente -como el tema de la hora-, como en sus escenas, suena a algo visto antes. También en esto, es donde le surge más claramente el lado fanfarrón del muchacho que lo hace como diciendo: "A ver, tontitos, si les queda claro". Sí, queda claro, Lynch, queda claro.
Lo otro se da en sus propias manifestaciones. Considera a Estados Unidos como una especie de nido de gente inculta, y en Europa viven quienes saben apreciar sus filmes. El tono elitista siempre me da un poco por donde ya saben.

Esto es, vi los mismos telones rojos que había visto tanto en la serie Twin Peaks, como en su conclusión / principio para cine, Twin Peaks: Fuego camina conmigo; ese sonido atronador que tan bien funcionaba en Carretera Perdida o en El Camino de los Sueños, sin contar la trama, que es una copia desfachatada y alargada hasta el extremo de esta última.

También hay cosas que me parecen gratuitas y que no aportan mucho al filme, salvo lo meramente anecdótico de que, habiendo un guión polaco, aparece por ahí un circo polaco con el que se va el marido de la protagonista.

Pero entre sus puntos a favor, están esos conejos (actores disfrazados de conejos, no se espante nadie) que parecen poseedores de un mensaje terrible y sobrenatural, solamente por diálogos que puede ser la charla de dos amigas paradas en la vereda, pero que, envueltos en un desarrollo moroso, con una música que sugiere algo oscuro y terrorífico detrás de una escena cotidiana en el living de una casa cualquiera (una casa cualquiera habitada por conejos), le dan un aspecto aterrador.
Otra, es mostrar la mente y la realidad fragmentada de la protagonista, a través de la fragmentación de la realidad de la protagonista, en la que finalmente uno supone, todo es una muestra de que ella misma no sabe distinguir donde terminan y donde empiezan su vida personal y el set de actuación. Fragmentación que se da cuando empieza a mezclar los problemas que va teniendo como amante en la ficción, de un conocido suyo, con los problemas que se le presentan cuando se hace amante de su compañero de elenco en la la vida real.
Y esos gritos, esos gritos que a veces son de miedo y horror, pero también de descarga catártica.

Por lo demás, a veces se nota demasiado la no existencia de un guión (Lynch mismo lo admite), aunque en cierto punto, dando determinadas respuestas en determinados momentos, uno logra cerrar algún tipo de idea de lo que expresa en alguna de sus líneas Imperio.

Esto es otro punto raro en la filmografia de Lynch. Es como que la mayoría de los misterios que se proponen tiene una cierta respuesta. Y es inusual, porque, como dije, este director suele incurrir más en interrogantes que nunca se resuelven, que en tratar de atar cabos.

No es esta, igual, una opinión cerrada. Cuando pasen los exámenes, tengo la leve sospecha que la veré de nuevo, a ver si, como dicen los Les Luthiers, termino diciendo "... Gran película. Dos veces la vi. La segunda no la entendí".

ACTORES

Como pasaba en Corazón Salvaje, como pasa en la mayoría de las películas donde puso la cara, Laura Dern se lleva las palmas. Creo que si no fuera por ella, la película en algún momento se caería a pedazos (lo mismo puedo decir de El Camino de los Sueños, donde la gran Naomi Watts sostiene hasta límites increíbles la inconsistencia del guión).
Al lado de ella, todos los demás actores son secundarios. El único que mantiene una cierta importancia, es el personaje de ese buen actor que es Justin Theroux, también visto en El Camino de los Sueños y la segunda peli de Los Ángeles de Charlie.
Luego está Jeremy Irons, de quién digo siempre, es un actor desparejo, donde tiene actuaciones muy malas, como en Una vez en la vida (Damage), otras muy buenas, como en Pacto de Amor o en Mi secreto me condena (Reversal of Fortune), y aquí, como que su actuación no es muy creíble que digamos. Es como que nunca termina de entrar en el juego que propone el director.
Peter Lucas, como el marido engañado de Laura Dern, le aporta credibilidad a su papel. Aunque es el suyo un papel muy secundario hacia el final.
También juega un rol relevante Julia Ormond, cada vez mejor actriz, siempre hermosa, pero de una manera que puede serle útil en su futuro, que su belleza serena, sin estridencias, se va acentuando con los años -el lado estético nunca se deja de lado en el séptimo arte; piensen, si no, en cómo una actriz de madera como Kate Beckinsale actúa en tantas pelis, y algunas, hasta buenas películas-. Y como el cine yanqui es muy estético (fíjense lo que le cuesta actuar a una gran actriz como es Kathy Bates), eso, para su futuro, no es para despreciar.
El resto de las apariciones son apariciones diluidas, efímeras, fugaces (la que se lleva las palmas dentro de los actores conocidos y reconocidos del filme, es el locutor que interpreta William H. Macy, que, incluida su voz que aparece más que él mismo, no llega al minuto de actuación), todos siendo como apoyos fuertes o momentáneos o circunstanciales de la protagonista. Mary Steenburgen tiene otra actuación de pocos minutos.

¿Y LA VEMOS O NO LA VEMOS?

Lo que a mí me parece, si alguno duda de ir a verla, y siempre y cuando no lo tome como recomendación, porque simplemente expreso mi punto de vista... Si no les gustó David Lynch en cualquiera de sus películas anteriores, si no sabe quién es David Lynch pero detesta las películas en donde los buenos no son súper buenos y los malos no son súper malos, esta les gustará mucho menos. Si piensan que se van a entretener como con Arma Mortal o con Duro de Matar, olvídenlo.
Hoy, una persona de quién respeto mucho sus opiniones, me contó que tanto ella como las otras personas con las que fue a ver El Camino de los Sueños, tuvieron pesadillas. Y es para tener en cuenta.
Infidencia mediante, yo usualmente tengo sueños (y no es broma) más oscuros y tenebrosos que cualquiera de los que pergeña David Lynch, por lo que su parte onírica u oscura no me asusta ni me aterroriza, y ni siquiera me plantea dudas, pero tiene a veces unos juegos en sus películas que hicieron decir a la investigadora Delia Doherty, acerca de Carretera perdida (Lost Highway): "si usted fuera la persona que tiene este sueño, el de la película, diría que está a punto de volverse loco".
Digo, no es para cualquiera, aunque tampoco me parece correcto decir que es cine para una elite culta, como insinúa el director en cierta entrevista. Es un director inteligente, con buenas ideas, que a veces, cuando deja acallar a su conocida inteligencia, y deja fluir su lado más inconsciente, crea excelentes películas, como Terciopelo Azul (Blue Velvet), Una historia sencilla (The Straight Story) o Carretera perdida, o con muchos momentos memorables y envolventes, como El camino de los sueños.

De todos modos, como diría Borges, es probable que uno no esté preparado para ver este filme, al menos en su totalidad, en este momento. Pero no dejo de advertir (y de darle la derecha a mi amiga Asokita) que esto es cine-arte, y que a pesar de todas esas objeciones, la peli me gustó y mucho.

Saludos y gracias por leerme


 

viernes, septiembre 28, 2007

¡¡FELIZ DÍA DEL HINCHA DE RIVER!!


Día del nacimiento del más grande de River que hubo y habrá en mucho tiempo, o tal vez nunca. Algunos hasta tuvieron la fortuna de verlo jugar. Yo, en vídeos, únicamente. Pero sí recuerdo siendo purrete festejando el doble título en el 77, cuando uno ya distinguía esto de tener sangre riverplatense en las venas, siendo el susodicho director técnico de su amado River Plate.

Por eso, por los títulos como jugador y como DT, por el amor a River, por vivir con pasión no es sólo una celebración del Día del Hincha. Es el tributo a un grande en serio, el paradigma de lo que es el verdadero hincha, que desde chiquilín se escapaba de su casa para ir al estadio del club de sus amores.

Mi recuerdo más sincero y agradecido, don ANGEL AMADEO LABRUNA.




28 de septiembre de 1918 -
19 de septiembre de 1983


Sitios encontrados navegando por Google y de los que afané imágenes y rescaté datos:

http://www.sitioriverplatense.com.ar/labruna.htm

http://riverplate.brinkster.net/Paginas/IN_Idolos_Labruna.asp

http://www.taringa.net/posts/imagenes/907710/Feliz-dia-del-Hincha-de-River.html

sábado, septiembre 22, 2007

INSTINTO


Muchas veces, uno, que es excesivamente racional, se queja de ciertas cosas que hace por puro instinto.

Y en verdad, después de un cierto tiempo (a veces sucede en pocos minutos) eso animal, que no es nuestro, que viene de nuestros ancestros, de cuando escapábamos de los grandes animales y nos escondíamos en cuevas, se muestra como algo que tomó un atajo que nuestra razón no hubiera tomado.

Y finalmente digo que mi psiquiatra tiene razón (después del ataque del año pasado, es uno de los tantos médicos que consulto): debo darle más bolilla a mi instinto, debo hacerle más caso.

Y no solamente en cosas personales... En cosas más generales, en cosas que quizá solo interese y afecte a terceros, también, porque como digo siempre, no estamos solos, somos guardianes de nuestros hermanos. Y todos los dones que tengamos o que descubramos o que incorporemos o que luchemos por tener, no son para nosotros solos, sino para los demás también.

Saludos, gracias por leer estos desvaríos ;), y que anden bien :)

domingo, septiembre 16, 2007

ACERCA DE AMORES E INSISTENCIAS


"Lo más vergonzoso es reconocer que quería seguir viviendo algo que, por empezar, nunca existió".

Logan Cale (Michael Weatherly), Dark Angel
en el episodio 411 on the DL



 

jueves, septiembre 06, 2007

COMPARACIONES


Hay días que son como un asado con buena carne, buenos chorizos, una ensalada mixta, un buen vino (para mí, un Borgoña), es decir, que nos llenan, nos alimentamos bien y nos hacen bien.
Otros se parecen a comer buenos sangüiches de miga con pepssss... Son ricos, pero no alimentan mucho y no contribuyen mucho a la salud.
Y otros que es como comer comida chatarra... Pueden parecer agradables, pero a la miércoles con el colesterol y los niveles de ácidos grasos.
Claro, no faltan los que son como cuando uno sigue una dieta, que empieza uno con caldos, sopas, todo light, nada de harinas, poco o nada de carnes, mucha verdura, frutas... Nos hace muy bien, pero es aburrido :)

Y hay otros, que son como cuando no comemos. Nos sentimos mal, si no tenemos mucha conciencia de nuestro organismo, pensamos que es un simple dolor de cabeza y nos tomamos algún analgésico, y luego de un rato de alivio (si llega) otra vez nos duele la cabeza y ya no sabemos qué tomar, y no nos damos cuenta que si comiéramos algo que nos corte el hambre, andaríamos fenómeno.

Saludos y gracias por leerme :)

martes, septiembre 04, 2007

COSAS QUE VALEN, COSAS QUE NO


Son cosas que uno va comprendiendo con el tiempo.

Lo que es verdadero, lo que vale, lo que importa, permanece. De algún modo. Siempre.

Saludos y gracias por leerme.

lunes, septiembre 03, 2007

¿CÓMO PODRÁ ANDAR UN HOMBRE PARTIDO?


Preguntas que uno se hace y le duran un día... Breve trazo a lo largo del día de las cosas que uno va pensando... Esto lo escribí mayormente en el McDonald's -matizado con algunas cosas ahora-, luego de terminar un ejercicio para la materia que curso los lunes a la noche -y de la que me largaron temprano, por eso toy aquí escribiendo :)

Esto, la pregunta, digo, es motivante de una ilustración medio extraña de principios de año. Si encontrara lo que salió lo postearía, pero vaya uno a saber adonde fue a parar...

Creo que la idea que motivó esa pregunta en mí, y que terminó en ilustración, fue alguna de estas tres:

  1. La más básica es el Homero Simpson que todos llevamos dentro ;). Un hombre partido literalmente por la mitad. Sé que alguna vez tuve esta idea en el año, pero no sé en qué momento y estoy casi seguro que no fue con este tema. Alguna vez, también, dibujé un hombre flotando -pero esto hace años- la mitad superior de él sobre la mitad inferior suya. Ni sé por qué estaba así, pero se basaba en algunos de esos sueños horribles que suelo tener por las noches.

  2. La otra es más clásica. El hombre partido por un amor, que hace que su vida esté envuelta en una tristeza cotidiana y perpetua.

  3. Y la que creo que era en verdad, basado en lo que Frodo le dice a Sam Gamyi, en TLOTR, cuando se despiden en los Puertos Grises: "No te entristezcas demasiado. No siempre podrás estar partido en dos. Necesitarás sentirte sano y entero, por muchos años. Tienes tantas cosas de qué disfrutar, tanto que vivir y tanto que hacer".



Lo que hoy comentaba en el post de más temprano, se resume en eso. Sé de muchas cosas que debo hacer, pero dejo que el trabajo, el estudio y mi vida fuera de éstos ámbitos, me agobie y me aprisione.

¿Hay remedio para ésto? Sí, claro, yo creo que sí -y como siempre digo, son válidos para mí todas estas elucubraciones, y para nadie más, porque la vida de cada uno es la vida de cada uno- y es lo que hicieron todos los que buscaron sinceramente a Dios (y en el sentido que yo veo hoy para mí, porque el ama de casa, el obrero que labura de sol a sol, el empresario que pone el hombro al negocio a la par que sus empleados, también le buscan sinceramente, y no creo, como les encanta decir a los consagrados, que son mejores ellos que aquellos laicos, o que Dios quiere más a los sacerdotes que al resto de su Pueblo, y es más, usualmente veo que éstos se encuentran más con Él en el misterio que prefigura para todos, empezando por salir a nuestro encuentro aún antes que nosotros sepamos de Dios.
Y esto que ellos han hecho, es algo simple: DEJARLO TODO.
No tener miedo a no tener nada, a que nadie entienda nada, a yo mismo saltar a un abismo sin red. ¿Adonde llegaré?

Me hago el tonto y digo no saber o desconocer la respuesta: como siempre que en mi vida he hecho algo confiando plena y solamente en Él, en el fondo de ese abismo está Dios.

LUGARES


Ignoro si es por mérito de escuchar aquella canción de La Sobrecarga que decía:

No sé
no sé lo que quiero
Lo que quiero
lo que quiero no existe


o las canciones de Flopa que hablan sobre cosas (muy distintas, obvias) melancólicas, pero hoy, estoy contaminado -también por cansancio extremo, hay que decirlo- de una tristeza y una congoja padres.

Hoy, digamos, aunque sepa lo que quiero, sé también que me siento ajeno a todo, como que todo lo contemplo a través de un cristal y sólo leves contactos con los corazones de quienes quiero (familia, amigos o conocidos) me hacen sentir menos solitario. O integrado a algo.
Lo que pasa es que, habitualmente, siento que todo y todos están lejos de mí, como yo de ellos. Y no por ser especial, ni diferente, ni nada. Sólo, que no sé cuál es mi lugar, a donde pertenezco.
Pero tampoco, y ese es el problema, es algo que lamente demasiado. Es contradictorio. Por un lado, están mis ansias infinitas de crear comunidad. Por el otro, mi deseo de internarme en lo más profundo de mí (abstrayéndome de ruidos internos y externos), sobre todo, lejos de acá.

Es como que necesito, y aquí evoco a alguien de quién estoy muy lejos pero a quién amo como a un hermano, a Francisco de Asís, que se internó en una cueva para entender, para aceptar, para marchar a su propio destino.

Parado en la cima de mí mismo, poco veo. Estoy con los ojos nublados. Siento, como siempre, que, haga lo que haga, llevo una vida inútil, porque mi vida no se da completamente a los demás. No importa, para nada, que parte de ella sí se de, que haga una u otra cosa... Siempre es algo aislado, que no repercute mucho más allá de la acción inmediata.

Tal vez pida demasiado y no acepte ser uno más, alguien perdido en el rebaño, un miembro más de un engranaje. Tal vez, estas actitudes y sentimientos son los esperados; tal vez fueron prefigurados.

Tal vez mañana me despierte y mi suerte sea aceptada por mí, como lo es habitualmente y que me hace sentir sereno y feliz. Pero tampoco creo que uno deba descartar estas tristezas que nadie con inteligencia descartará como síntomas de algo que no se oye o no se quiere oír, como voces apagadas en el crepúsculo que encierran realidades terribles.

A lo mejor nada sea real, a lo mejor simplemente sucede que a uno -y eso también es muy posible- le resulte extraño sentirse bien -acostumbrado a depresiones profundas por tonterías-, y la mente empiece a fabricar cosas a fin de volver a esos estados que en lo más íntimo de sí, no desea volver.

Porque como con muchas cosas, los estados de ánimo se vuelven adicción, y es voluntad firme, en estos casos, perseverar en lo que es más sano para uno mismo.

Saludos y gracias por leerme.