martes, agosto 28, 2007

AMOR ENFERMO

"Give me another word in this world", decía la vieja canción. "Without you, everything in my life vanishes. Give me, give me, give me another word. I love you madly, I love you crazy. Please! Do not conceal your face. Give me, give me, give me another word".

Algo de eso pensaba, en la oscuridad de la noche (o en eso que envuelve a una canción y que le da, a veces, más sentido a ciertas palabras cantadas que simplemente recitadas).
Mi mirada no estaba donde siempre estaba, mirando la nada. No. Te buscaba a vos y a tu sombra, en la oscuridad. Sabía que el mañana sería algo lejano y terrible.

Pocas, pocas veces, nuestro sino tiene sentido para nosotros. Para mí lo tuvo aquella vez. Te buscaba y me decía que probablemente era mejor ese guiño oculto que la sonrisa en plena luz. Y por un momento, sólo por un momento, tuve el coraje suficiente para hacer lo correcto, de dejarte ir, de dejarme ir de vos.

Pero eso duró un instante. Y después, ya no tuve más dudas. Te vi bajo el pórtico decorado con nomeolvides plenos de flores amarillas a los lados, te vi en besos con ese leguleyo vestido con un traje de Gucci que te había conquistado. Te vi subir a su auto, que de un verde tan oscuro parecía negro en la oscuridad, bajo la sombra de un árbol que tapaba la luz del farol de la vereda.

Y luego ya no te vi. Apreté el botón y maldito sea si algún pedacito de vos es mayor a la yema de mi pulgar. Te había dicho, te lo repetí infinidad de veces, que serías mía o de nadie más.

Nadie lamentará tu muerte más que yo. Nadie me maldecirá más de lo que yo me maldigo a mí mismo. Sin embargo, pocas veces me reprocho lo que hice. Me debía esta condena y este sufrimiento de saber que nunca me perdonaré lo que te hice, de arrancarte la vida con violencia y brutalidad.

Pero me habías dejado, por una simple palabra dicha en un momento de las tantas en que la locura y la tristeza y la agonía se apoderaban de mí, cuando estando contigo te sentía tan lejana, no importara aún que estuviéramos haciendo el amor. En los últimos meses, todo semejaba como el sonido del redoblante antes que el pelotón de fusilamiento descargue su artillería sobre mí.

Y lo descargaste. Por una idiotez que dije. Y vos, que decías quererme tanto, amarme tanto, no obraste como tal, te alejaste y me dejaste como si fuera un trapo de piso. Y no podía perdonarte.

Ahora estarás en el infierno, espero. Sola y seca como un árbol en el desierto, si es posible. Y de mi parte, sólo me queda decirte: "Reserváme un lugar, porque allá voy".

4 comentarios:

Asokita dijo...

Plas, plas, plas! Muy bueno, Luis, en serio. Tiene cosas muy interesantes (literariamente hablando). Y en fin, sólo espero que sea una especie de metáfora de lo que tú ya sabes.
Pedacitos chicos de "eso" y que se los lleve el viento...

Luis dijo...

jaja... ¡Me alegra (vos lo sabés bien) que te haya gustado! No pensé que fuera de un estilo literario que te llamara la atención -algún día quisiera saber también cuáles son esas cosas que te parecieron interesantes.

Con respecto a lo otro... Gracias, como siempre.

Un beso, amiga, y que andes bien

Asokita dijo...

¿Quieres un comentario literario? :P No sabes lo que estás pidiendo...

Me gusta el principio en inglés, aunque yo, en vez de usar la estrofa entera en el primer párrafo, hubiera distribuido las frases durante el texto. Creo que así se refuerza la idea de que el tipo está loco(tiene algo que le martillea costantemente, sea la idea del asesinato o el remordimiento) y de que el plan de matar a la mujer va tomando cuerpo dentro de su cabeza.

El cuarto párrafo me encanta. La descripción de la escena es perfecta: el contraste de los colores es muy evocador y con pocas palabras, ya sabes cómo es cada personaje. O sea, que cuando quieres eres conciso :P (y, en este caso, preciso). No sé si es "argentino", pero lo de "te vi en besos" me suena precioso. Ruben Darío por lo menos.
Enlazado con eso, me parece excelente cómo comienzas el siguiente párrafo: "Y luego ya no te vi". Una frase corta, rotunda y que expresa sin equívocos la "ceguera" que sufre el personaje (y el hecho físico de que ya no haya nada que ver de la mujer :P)
Está bien que no desveles el motivo de la ruptura, eso me gusta.
Y por último, las frases "Ahora estarás en el infierno, espero. Sola y seca como un árbol en el desierto, si es posible" me encantan. Más allá de la musicalidad que tienen, eso de "espero" y "si es posible" me parecen el perejil del cuento, la guindita final. Con dos palabras ya dejas clarísimo que el tío está como una regadera pero que sabe que ha obrado mal y que ella no lo esperará en el infierno porque no estará. En el fondo, es un pobre hombre.

Tú sabes que yo no soy de regalarle los oídos a nadie. Si te digo que me ha gustado mucho, es que me ha gustado mucho :)

Luis dijo...

Ajá...
Bueno, vamos por partes como Jack el Destripador...
La canción en inglés es inventada.

Lo demás, es interesante que lo veas así porque no era buscado... Más bien, mientras lo escribía (y como trato de escribir) es meterme en la cabeza del personaje...

¿Pero tan elaborado? Me regalas méritos... Uno simplemente describe lo que ve, o siente, ese breve instante de universo nuevo que es una creación artística, o que se intenta que sea ;)

Un beso, amiga