lunes, septiembre 03, 2007

¿CÓMO PODRÁ ANDAR UN HOMBRE PARTIDO?


Preguntas que uno se hace y le duran un día... Breve trazo a lo largo del día de las cosas que uno va pensando... Esto lo escribí mayormente en el McDonald's -matizado con algunas cosas ahora-, luego de terminar un ejercicio para la materia que curso los lunes a la noche -y de la que me largaron temprano, por eso toy aquí escribiendo :)

Esto, la pregunta, digo, es motivante de una ilustración medio extraña de principios de año. Si encontrara lo que salió lo postearía, pero vaya uno a saber adonde fue a parar...

Creo que la idea que motivó esa pregunta en mí, y que terminó en ilustración, fue alguna de estas tres:

  1. La más básica es el Homero Simpson que todos llevamos dentro ;). Un hombre partido literalmente por la mitad. Sé que alguna vez tuve esta idea en el año, pero no sé en qué momento y estoy casi seguro que no fue con este tema. Alguna vez, también, dibujé un hombre flotando -pero esto hace años- la mitad superior de él sobre la mitad inferior suya. Ni sé por qué estaba así, pero se basaba en algunos de esos sueños horribles que suelo tener por las noches.

  2. La otra es más clásica. El hombre partido por un amor, que hace que su vida esté envuelta en una tristeza cotidiana y perpetua.

  3. Y la que creo que era en verdad, basado en lo que Frodo le dice a Sam Gamyi, en TLOTR, cuando se despiden en los Puertos Grises: "No te entristezcas demasiado. No siempre podrás estar partido en dos. Necesitarás sentirte sano y entero, por muchos años. Tienes tantas cosas de qué disfrutar, tanto que vivir y tanto que hacer".



Lo que hoy comentaba en el post de más temprano, se resume en eso. Sé de muchas cosas que debo hacer, pero dejo que el trabajo, el estudio y mi vida fuera de éstos ámbitos, me agobie y me aprisione.

¿Hay remedio para ésto? Sí, claro, yo creo que sí -y como siempre digo, son válidos para mí todas estas elucubraciones, y para nadie más, porque la vida de cada uno es la vida de cada uno- y es lo que hicieron todos los que buscaron sinceramente a Dios (y en el sentido que yo veo hoy para mí, porque el ama de casa, el obrero que labura de sol a sol, el empresario que pone el hombro al negocio a la par que sus empleados, también le buscan sinceramente, y no creo, como les encanta decir a los consagrados, que son mejores ellos que aquellos laicos, o que Dios quiere más a los sacerdotes que al resto de su Pueblo, y es más, usualmente veo que éstos se encuentran más con Él en el misterio que prefigura para todos, empezando por salir a nuestro encuentro aún antes que nosotros sepamos de Dios.
Y esto que ellos han hecho, es algo simple: DEJARLO TODO.
No tener miedo a no tener nada, a que nadie entienda nada, a yo mismo saltar a un abismo sin red. ¿Adonde llegaré?

Me hago el tonto y digo no saber o desconocer la respuesta: como siempre que en mi vida he hecho algo confiando plena y solamente en Él, en el fondo de ese abismo está Dios.

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