domingo, enero 13, 2008

SER LUZ


- Debes ser luz.
- ¿Yo?
- Debes ser luz.
- ¿Yo? Pero... yo no sé. Soy temeroso, cobarde, y cuando he tenido alguna relevancia, he sido soberbio, engreído, dictatorial.
- Por eso te pido que seas luz.
- Pero... no entiendo. Usualmente, o eso creo, el que es luz está al frente de unas personas, de un pueblo, de una comunidad.
- No. Te pido que seas luz.
- Yo... no entiendo... Explícame...
- Te pido que seas luz, porque en tu vida, en tu inteligencia, te he mostrado cosas, te he revelado cosas, en lo mejor y lo peor de tus elecciones. La luz no da cátedra. La luz no enumera dogmas. La luz está para mostrar, para revelar. La luz hace que lo bello reluzca, y que la ignominia resalte. La luz hace que uno vea bien el suelo donde está pisando, y sepa realmente, y se sepa realmente, de qué lado está.
- Eso que me pides, bien pensado, es terrible, peor aún que despreciarlos, que tratarlos como basura... Me estás pidiendo que les muestre lo que en verdad son.
- Sí y no. Sí en cuanto a que, en cualquier momento, toda persona es lo que es. Eso es invariable. Ahora, cómo son en un momento relativo de su vida, es otro tema. Porque el hombre nunca puede llegar a observar, a contemplar la verdad, dada su finitud, de manera total.
"No te olvides que, si expones algo a una luz fuerte, como te pido que lo hagas, que saques al día lo que se oculta bajo tierra, se presenta la siguiente paradoja: lo que sea, bajo una gran luz, proyecta una gran sombra, prosigue una gran oscuridad en donde ella acaba. Esa oscuridad son muchas cosas que no se sabe, es lo que hizo que una persona tomara la opción que tomó, lo que condujo a una decisión determinada, pero también, lo que hará luego de verse expuesto. Eso nadie lo sabe, eso lo hace cada uno, y en cualquiera está la posibilidad de romper con su pasado, para bien o para mal. Y estas encrucijadas se presentan regularmente.
- Pero no entiendo entonces mi papel... Cualquiera puede hacerlo.
- Ese es el punto. Cualquiera puede hacerlo. Pero no significa que todos tengan los aspectos que se requieren en determinado momento. Nadie es apto para todos los momentos. Usualmente, el que se siente preparado o elegido es el menos apto de todos.
- ¿Entonces?
- Entonces, que esta tarea es sólo tuya. Ningún ángel bajará a hacer lo que tú no hagas hoy. Por eso es importante tu acto hoy, porque tal vez tú tengas tu oportunidad de que mañana alguien te de luz a ti, pero a lo mejor, alguien se irá sin la posibilidad de haber visto lo que tenía que ver. Por eso es valioso tu acto de hoy. Porque es cierto, no te pido dogmas, no te pido creencias, ni religión específica. Te pido confianza y certeza, y que entiendas que quién se apodera de la verdad, necesariamente la deforma. Sólo quién se libera de sí, puede alcanzarla, en lo importante y lo valioso para él, que puede alcanzarla.
- No es del todo claro esto.
- No necesita serlo. No todo tiene un significado en el hoy, pero lo tendrá en el mañana.
- ... ¿Dónde ir?
- Donde el camino te lleve. Ya te dije: confianza...
- ... y certeza. Recuerdo.
- Ya no te pido solo claridad intelectual. Te pido movimiento, acción.
- Nunca fui de mucha acción, sino, más bien, alguien estacionario, que disfruta de un buen libro y un buen fuego, de una buena bebida y una buena comida. No creo estar a la altura de las circunstancias.
- Tal vez no, pero ningún camino se sabe si es o no posible sin intentar transitarlo.

Si todo esto fue un sueño, no lo sé. Estaba tranquilamente en mi oficina, mirando el horizonte. Pero algo en el tono de esa charla me dejaba inquieto. Porque algo había entendido, acerca de muchas cosas, ese día.
Tal vez consciencia social, o real iluminación, no importaba. Salí a la calle, al sonido de los autos, al ronquido de las motos, al grito de diareros. Una amiga me esperaba para un almuerzo y un llamado a mi celular rompió mi meditación callada.
- ¿Sí?
- Pasó... Lo que dijiste que viste, la otra semana, pasó... ¿Qué demonios sos?
Al principio no entendí, pero luego recordé. Y ahí supe que era cierto, que el tiempo de mostrar lo que vi estaba a la vuelta de esquina, y por el bien de todos, debía romper conmigo mismo y salir a la palestra, aunque nada en el cielo, en el aire o en la tierra, y hasta mi misma razón y mi conocimiento de ciertos hechos pasados y por venir, lo considera prudente o tan solo, entendible.
Pero debía hacerlo, aunque eso será parte de otra historia.

2 comentarios:

Asokita dijo...

Es curioso. Hoy pensaba actualizar mi blog y hablar un poco de religión (en España hay una montada con la iglesia católica que no veas... precampaña electoral).
Desde luego, mi enfoque era mucho más pragmático e incendiario. Nada que ver con tu bonito texto. Pero bueno, esa es la gracia del asunto, ¿no? Que haya diferentes puntos de vista de cada cosa.
Por cierto, sí que me llegó tu felicitación navideña. Llegó mientras estaba en Sevilla y la vi al volver. Mira que no decirte nada... ¡soy la peor! Se me pasó totalmente. Qué desastre :(

Luis dijo...

Creo que me conocés lo suficiente para saber que a mí, la unión iglesia-estado me da irritación por donde te imaginás...

Bueno, me diste idea para un par de post más... o al menos uno :D

Con lo otro, me alegra. Beso enorme, y que andes bien