lunes, marzo 30, 2009

MARZO DE 1992


 
Se cumplen diecisiete años desde la última vez que te vi. En esa época, era vernos y soñarnos juntos. Ignoro por qué, mientras viajábamos juntos en el ómnibus 132, te tomé de tu cintura por la espalda y te traje hacia mí, y te di un beso en el cuello, tratando de que tuviera la más grande ternura que pudiera sentir por ti.

Cuando nos despedimos y vos fuiste a la Facultad de Medicina y yo a la de Farmacia y Bioquímica, ¿sospechamos que esa imagen sonriéndonos por el pasillo, sería la última que veríamos de nosotros?

Hoy ignoro si estoy vivo o muerto, pero sí sé que sin ti, no tengo vida. Durante años te mantuve viva en cuentos, en historias, en novelas, en canciones, en pinturas. No podía pensarme si no te pensaba pero vos no estabas.

Esos muros infranqueables que levanta una historia que queda trunca entre dos personas, aún pueden más que yo. Y juro que hice de todo por volver. Le recé a cuanto dios o demonio me encontrara en el camino. Renegué de mí mismo y pedí el infierno si se me permitía volver el tiempo atrás y encontrarte otra vez.
Hasta en mis historias primero, en mis delirios después, me soñé inmortal, que podía viajar en el tiempo y rescatarte de entre las sombras, para no perderte, pero la Sabiduría a que estamos sometidos en este Universo nunca jamás permitió que eso sucediera.

Hoy camino con una gran tristeza en todo lo que hago, en todo lo que me pasa. Cada vez que cierro los ojos, ansío no despertar, para encontrarte, para estar contigo. No hay nada peor que amar a un fantasma, a alguien que nunca se corporizará, que nunca estará otra vez con nosotros.

Y así mis días transcurren, anodinos, tristes. Esperando que este día sea el último, que esa persona que veo sea la última que veo, que este viaje en colectivo o en subte sea la última molestia que me tome, que este amigo o amiga con quién me encuentro sea el último con quién tome algo.

Pero Dios tiene otros planes, parece. Sin embargo, ¿por qué, a pesar de insistir todo el tiempo en librarme de pensamientos negativos, de pensar positivamente, de salir de mi encierro... no me ayuda, no me inspira, no me hace salir de este pozo?

Porque vivir así no es vida, y si no hago algo para remediar eso es tan sólo porque creo que esta existencia tiene un sentido oculto, algo que no alcanzo a ver, quizá de tanta tristeza en mi mirada que me hace no ver algo más allá de todo lo que me rodea, lo que me acontece, la pena que camina conmigo.

Evito los lugares donde hemos estado juntos, aquellos que aún guardan tu risa o tus lágrimas de alegría, un rastro de tu sombra mezclándose con la de los árboles, en una calle al lado de la cancha de golf de San Antonio de Padua. Y el 132 creo que lo he tomado solo cuatro o cinco veces desde 1992. Y aún así suspiro pensando en ti.

Como si los milagros fuesen posibles (milagros de verdad, no los que la gente llama habitualmente milagros) y pudiera suceder que te viera caminar por la calle, con tu pelo corto teñido de rojo, con esa mirada ácida cuando algo no te gustaba y amorosa y comprensiva frente al tonto que era y soy yo.

A lo mejor en este día de sol, saldríamos a tomar un helado en la plaza o sentarnos y besarnos, y nuevamente, como ya lo sabía en ese entonces, que sin ti no hay para mí vida posible.


1 comentario:

Diana entrebrochasypaletas dijo...

"Sin embargo, ¿por qué, a pesar de insistir todo el tiempo en librarme de pensamientos negativos, de pensar positivamente, de salir de mi encierro... no me ayuda, no me inspira, no me hace salir de este pozo?"

Bueno, quizá es que ese Dios al que haces referencia sabe que todo eso que pides lo tienes en tu interior, que la única ayuda debes encontrarla dentro de ti para salir del pozo y de todo lo que sea necesario.

"Evito los lugares donde hemos estado juntos" Creo que deberías enfrentarte a los lugares y los recuerdos, hacer que dejen de doler de la manera en que lo hacen, que sean simplemente recuerdos felices y punto. Aunque se que es más fácil decirlo que hacerlo, también se que no es imposible.

Querer es poder, que suena a frase muy tópica pero es una verdad como una casa...

"que sin ti no hay para mí vida posible" A veces nos pensamos muertos en vida, así nos vemos... y cerranos tanto los ojos, nos empeñamos tanto en que no podemos vivir si no es en la oscuridad a la que nos hemos acostumbrado, que le damos la espalda a un montón de cosas buenas que nos podrían suceder... porque a lo mejor el olor del almendro es una gilipollez, pero a mi me encanta y me saca una sonrisa, o comer un trozo de chocolate en el campo una chorrada, pero me gusta.

Lo que quiero decir es que (se que lo sabes xDDD) yo creo que si hay vida en ti, mucha, pero no te empeñes en enterrarla antes de tiempo porque sería una pena enorme :***