miércoles, diciembre 10, 2008

25 AÑOS DE DEMOCRACIA (I)


A decir verdad, debería ser una celebración. Una celebración ciudadana, a no confundir.
Es obvio que la carroña política que ha vivido del Estado, están de parabienes. Porque festejan 25 años de robar y robar y robar y no preocuparse más que por alimentar sus bolsillos. Aunque no todos.

SALIMOS DE UN INFIERNO PERO TERMINAMOS EN OTRO (1983 - 1989)


En ese sentido, por ejemplo, no tengo nada que achacarle a nuestro primer presidente democrático luego de la dictadura, el Dr. Raúl Ricardo Alfonsín. Nadie puede señalarle con el dedo que se enriqueció. Que tiene cuentas en el exterior. Que tiene propiedades en Estados Unidos. O en Europa. O en Argentina.
Tampoco, obviamente, podemos decir nada acerca del juzgamiento a los militares que fueron partícipes de las aberraciones de la Dictadura, el Juicio a las Juntas Militares, hecho único en el mundo por ser civiles los que juzgaban a los militares, y condenados bajo leyes civiles.
Instituyó el divorcio, cosa que como católico seguro quedo escrachado, pero las leyes civiles nada tienen que ver con las convicciones religiosas de las personas, y eso hay que aplaudirlo.
Pero no se le pueden perdonar ciertas cosas:

  • Destruyó, con su aliado Delich, la Universidad de Buenos Aires, al plantear el ingreso irrestricto, cosa que hizo que la UBA retrocediera en todas las conquistas que había logrado. No en vano, el mismo Francisco Delich rechazó hacer lo mismo en su universidad, la Universidad de Córdoba. O sea que fue algo realizado bajo una objetividad perversa.

  • Las leyes de Punto Final y Obediencia Debida. En su momento pensé que luego de eso nunca nada me pondría más triste, hasta que... éramos pocos y vino Menem.

  • No haber democratizado los sindicatos, cosa que terminara de una vez por todas con el secuestro con que tienen sometidos legalmente a los trabajadores, a unos reverendos inútiles que son la patota del peronista poderoso de turno, que le hicieron 13 paros generales al gobierno de Alfonsín simplemente para joder, de la mano de Saúl Ubaldini (otro), que en tiempos de Menem, con la industria destruyéndose... ¡no hizo ningún paro! pero claro, estaba un peronista en el poder.

  • No combatió a la derecha real, que es la que siempre decide quién está en el poder y quién no, la que voltea gobiernos y jamás le ha interesado el país, sino simplemente explotarlo bajo su propio beneficio.

  • No haber sido más riguroso con quienes se levantaron contra el régimen democrático, desde los terroristas del Movimiento Todos por la Patria, hasta el coronel Rico, que hoy se campea orondo en San Miguel como político, donde nada de lo que suceda de forma legal o ilegal y dé ganancias le es ajeno.



Y supongo que se me escapa alguna cosa, pero no es tan importante.


VENÍAMOS DEL INFIERNO Y FUIMOS A UN CIELO FICTICIO PERO NO SE CONFUNDAN, JAMÁS SALIMOS DEL INFIERNO (1989 - 1999)


Menem es un tipo que me despierta controversias. Por un lado, el tipo me cae bien, pero por otro, destruyó el país dejando solo cenizas.

¿Lo bueno? Poco. Pero no deja de ser valioso. Fulminó a los militares, dejándoles su presupuesto al mínimo. Eso sí, desgraciadamente, en mi facultad conozco bastantes. Con la supuesta no-guita que tienen, ¿cómo hacen para tener las casas que tienen, cambiar de auto o de moto cada 6 meses, etc.? En suma, que es una institución que está corrompida. No me extraña que la gente honesta que estaba allí pidiera la baja.
Tampoco se puede desconocer la eliminación del Servicio Militar Obligatorio, porque no está mal (hablo por experiencia) entrenarse durante un tiempo, manejar distintos tipos de armas (eso con suerte y dependía del teniente coronel que estaba en tu unidad), y que además, aprendías cosas como la solidaridad y el trabajo en grupo. Pero a veces tenías la suerte de caer en un lugar donde se juntaban lo peor de lo peor entre los militares con rango, y eras carne de cañón hasta que te mataban, como sucedió con el soldado Carrasco y que ocasionó el fin de dicho servicio.
Modernizar el Estado tampoco me pareció algo malo. Es más, debía hacerse. El problema fue el costo.

Cosas malas, miles, de las cuales uno sólo se enteró unos cientos.


  • El indulto. Suficiente para no perdonársele en esta vida, que haya dejado libres a los terroristas asesinos de los 70 y a los militares genocidas.

  • El vaciamiento del Estado.

  • La venta de Aerolíneas Argentinas a los españoles, que significó que Iberia robó los circuitos que eran propios de Argentina para su propia flota (antes teníamos vuelos directos a Europa, como España e Italia; ahora hay que parar sí o sí en Brasil para ir a España, y parar también en España si se quiere ir a Italia). Además que no tenía pérdidas, como se alegó.

  • La venta de YPF a los españoles, una de las empresas que más ganancias dejaba, y que destruyó los pueblos que vivían gracias al trabajo que daban las petrolíferas instaladas allí, pero que con la llegada de los españoles las mismas se cerraron, dejando paso a la miseria de las personas que vivían allí.

  • Con esto contribuyó en gran medida la eliminación de los ferrocarriles a las provincias, con la mentira de que se iba un millón de pesos en costos. Pero se contrataron privados, y se los subsidiaba con el mismo dinero, y los trenes sólo circulaban entre Capital Federal y Gran Buenos Aires, y alguno de carga perdido que iba a los municipios del interior de Buenos Aires que no conformaban el cordón del GBA.

  • La eliminación de la industria nacional, al promover la llegada de productos de cuarta categoría pero venidos de China y otros países del este, que como se sabe, logran esos costos teniendo mano de obra esclava, chicos explotados, y cosas así de bonitas.

  • Los Atentados a la Embajada de Israel y a la AMIA. Creo que ya fue convenientemente probado que hubo connivencia oficial, o al menos permisividad, para que ellos ocurrieran. De otro modo, ¿cómo pudieron moverse tan impunemente, no una sino dos veces?

  • El tráfico de armas a Croacia y Ecuador, donde en la guerra entre peruanos y ecuatorianos el gobierno de Menem se declaró neutral, pero le vendía armas a Ecuador. Está bien que la mayoría de las armas no funcionaban, aunque parezca un mal chiste, y entonces más bien le estaba echando una mano al ejército peruano. Pero para tapar dicho tráfico, hizo volar el cuartel de Río Cuarto, en Córdoba (si quieren algún chanchullo, vayan a Córdoba, podría decir alguna publicidad) que ocasionó muertos y destrozos varios entre los vecinos al cuartel, y que fue tapado como "una explosión fortuita en el depósito de armas".

  • Pero este tráfico tampoco fue el único. Junto con el 1 a 1 (un peso argentino igual a un dólar), la Convertibilidad y otros inventos del amigo Domingo Cavallo (cordobés; a todo esto, Menem también es un egresado de la Universidad de Córdoba), se utilizó eso para que se lavara dinero del narcotráfico. De golpe tuvimos cinco (¡¡5!!) hoteles 5 estrellas, y monumentales construcciones como el shopping del Abasto y el Village Recoleta. La operación era muy simple. Esos hoteles tienen habitaciones vendidas todo el año, aunque en la práctica, nadie los habite. En el Village Recoleta, pagar lo que se gasta en aire acondicionado ahí dentro era 20 o 30 veces lo que podían recaudar los cines aunque en su momento hubieran cobrado 20 dólares la entrada. Ni hablar de la luz y eso. ¡Y los supermercados! Otro lugar donde se aprovechaba que se paga con dinero chico para lavar dinero sucio sin despertar sospechas. No en vano, recordemos, el gran periodista Jacobo Timerman, dijo que las políticas de Menem abrían la puerta al narcotráfico (en su momento, Menem le inició juicio a Timerman por estas palabras) pero lo cierto es que hasta su cuñada Amira Yoma estuvo involucrada en el archiconocido escándalo por lavado de dinero, y que ahora vive en Marbella con Monser Al Kassar. El tema da para más, pero visiten ésta página del diario El Mundo



Y bueno, paramos aquí con esto. En un siguiente post seguimos con los otros amados presidentes que tuvimos.

Saludos

PD: Una persona acaba de enviarme - 14:55 hs- esta página, que la verdad, no tiene desperdicio. Habla de la connivencia absoluta entre Menem y el narcotráfico, de varios que ahora son parte de "la nueva política" y padrinos de otros que encarnan esa "nueva política". En fin...

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