martes, septiembre 05, 2006

COMPASION
ENFRENTANDO LOS PROPIOS MIEDOS
¿QUE PUEDO HACER POR VOS?
TE DOY MI CORAZON
FUNERAL

Laura es como la hermana que nunca tuve, una persona que llevo dentro del corazón con una fuerza y una intensidad que me sucedió pocas veces. Y a la que siento de una manera especial ¡y eso que no nos vimos nunca!
Con ella aprendí que no existen fronteras para hacer amigos, que la tecnología no sólo sirve para fines bélicos o degradantes, sino que pueden establecerse lazos de amistad firmes.
¿Y por qué estos cuentos a ella, más unos tres o cuatro posteos más? Porque se lo merece, simplemente.
En cuanto a vos, amiga...

Laura:
Aquest contes estan dedicats a tu.

Saps que em dol la teva tristesa i em fa feliç la teva felicitat.
Saps el que volen significar.
I saps que el meu cor sempre està amb tu, germaneta meva estimadíssima.

A los demás, espero que los disfruten. Besos y abrazos, según corresponda.



COMPASIÓN


— Levántame —dijo el joven. Pero ella, arrodillada a su lado, mirándolo fija pero pasivamente, se quedó quieta.
— ¿Qué esperas, mi vida? —gimió ahora el joven—. Si me quedo aquí, moriré —clamó. Y la joven continuó sin moverse.
— Por Dios, ¿no ves que me estoy desangrando? —casi susurró el muchacho—. Cielo, por favor, au… —y lanzando un suspiro, murió.
La joven entonces lo miró, meneó la cabeza sin gesto alguno de tristeza o alegría, suspiró hondo, puso sus manos sobre él para erguirse, y se alejó.

ENFRENTANDO LOS PROPIOS MIEDOS


— Aquí estoy. Para que veas que no tengo miedo.
La muchacha continuó haciendo lo suyo.
— Bien. Veo que no quieres hablar. No importa. Me quedaré aquí, esperando.
La muchacha no le prestó atención y siguió con sus cosas.
— Vamos, esto es estúpido. Dime algo.
Ella persistió en su actitud.
— Está bien. Esto no va más así. Me vas a escuchar, quieras o no.
Ella entonces sacó un revolver de su cintura y apuntándole a la cabeza disparó.
Cuando un tiempo después llegó su jefe y vio el cadáver en el suelo, preguntó:
— ¿Quién es?
— Nadie —respondió ella.
Entonces el hombre alzó los hombros, como diciéndose que más no podía hacer, y se fue a su oficina a hacer su tarea. Más tarde, la gente de limpieza encontró el cuerpo, y lo tiró a la basura. Limpiaron la sangre, y así transcurrió un día más en aquel lugar.

¿QUÉ PUEDO HACER POR VOS?


— Me estoy muriendo por vos. No te interesa, lo sé. Pero no puedo evitarlo. Decí por lo menos que me aleje de vos, que me mate, que me muera, que termine conmigo. Pero estás siempre ahí, impávida, como si verme sangrar te divirtiera, como si mi agonía te resultase un espectáculo interesante. Por favor, aunque sea, miráme, por simple amabilidad, decíme algo.
Entonces ella giró su rostro hacia él, se sacó los anteojos, y le dije:
— Sí, corréte que me estorbás la vista.
Y él se corrió, pero quedándose a su lado, con cara de estúpido, esperando algo más, aunque fuera un simple "gracias", pero ella no volvió a decirle nunca nada jamás.


TE DOY MI CORAZÓN


- ¿Qué darías por mí? —preguntó la joven al muchacho.
— Todo, absolutamente todo.
— ¿Y qué es "todo"?
— Todo.
— Sé específico.
— No sé… Mi corazón, si lo quieres.
— Acepto —dijo entonces la muchacha, y oprimiendo sus dedos en punta contra el pecho del joven, le arrancó el corazón y lo puso contra el de ella. Él la miró, agradecido, mientras la vida se le escapaba, y sus últimos pensamientos fueron de felicidad.

FUNERAL I


Finalmente el joven se suicidó. Como correspondía. Su vida no tenía sentido sin la joven. ¿Para qué prolongar su agonía más?
En su funeral en el mismo cementerio, distintas voces se escucharon:
— Es un idiota. Nadie se suicida por amor.
— Era un romántico. Este mundo no es para él.
— Que gente como él haya tenido la oportunidad de vivir es un desperdicio. ¡Hay tanta gente valiosa que merecería tener la oportunidad que él tuvo!
Y cosas de ese tenor. Entonces J., la joven por la que él había muerto, por compromiso antes que por afecto, apareció, y dijo:
— A mí no me miren. Yo no tengo que ver con este desenlace. Yo no le pedí que se enamorara de mí. Yo no le pedí que atara su vida a la mía. Yo no le pedí que se matara por mí. Si él es tan inútil de no tener una vida propia, de prenderse a mí y no salir adelante por sus propios medios, es un tonto, y que se joda. Si es tan boludo, la culpa es suya, no mía.
Entonces, un hombre apareció, vestido de negro, con un sobretodo oscuro y anteojos de igual tenor, y acotó:
— Sí, lo que decís es cierto. Pero fuiste tú, no él, quién le abrazó y le preguntó, cuando apenas se conocían: "L., ¿qué será de nosotros? ¿Dónde estaremos en unos años?". Lamentablemente, eres de esas personas que suelen abusar de las personas sensibles y solitarias para obtener lo que quieren. Y no fue la única, aunque sí la primera, que usaste formas dulces para obtener algo.
Ella le miró y aceptó su parte de culpa:
— ¿Y qué? ¿Debo hacer algo para redimirme? ¿Arrodillarme ante vos? —y con sonrisa socarrona—. ¿Pedirle disculpas al boludo ese?
El hombre simplemente hizo una mueca.
— No. Vamos a hacer algo mejor por ahora. Vas a compartir el infierno con él.
Y sacando una pesada hoz, cortó a J. por la mitad, de la cabeza a los pies, y se alejó.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias Luis, amigo mío. Me han encantado los cuentos y ya los he hecho un poquito míos. Cuánta desesperanza, cuánto desamor y cuánto amor al mismo tiempo!!

Anónimo dijo...

Los cuentos son preciosos, pero como te he dicho más de una vez, se me hace dura de leer tanta melancolía. Sobre todo cuando se sabe el origen... Voy a leer la segunda parte.
P.D.: He al·lucinat amb el teu català. Molt millor que el meu! Em sembla que no tries gaire bé les teves amistats per internet, et porten pel mal camí... ^_^

Luis dijo...

jajaja... Bueno, pero en este caso, Laura no tiene nada que ver... Esa confabuladora con la que tenías reuniones secretas mientras yo respiraba por un tubo en el hospital es quién tiene más la culpa de ésto xDDDDD
Y ahora hasta voy a comenzar un curso de ilustración con otra catalana, o sea que mi vida se está llenando de catalanas, hasta de una catalana trucha xDDDDD (trucho=falso, falsa, en el sentido de falsificación. ¡Otra palabra más para el diccionario sevillano-bonaerense, o Gloria-Luis!)

jajaja... Besos, amiga, y qué bueno verla por aquí

Anónimo dijo...

La catalana no trucha, alias el diccionario, hace acto de presencia.
Ya te leí los cuentos en su día y me gustaron mucho, aunque son tan duros que golpean como un mazo.

Luis dijo...

¿Y me llevás por el mal camino o no? jajaja

Anónimo dijo...

bueno si pudiera expresar un sentimiento, o mejor dicho lo que muchas veces uno siente me quedo con el cuento que dice..que puedo hacer por vos?..jejeje.. besote!!

Luis dijo...

jajajaja... Yo debo decir que pasé por todos los estados, así que no me puedo quedar con ninguno en especial...
Uno los sintió todos, pero debe ser porque hice catarsis de esa manera, que ahora uno se siente mejor, y debe ser que ella también, que al tratarnos no discutimos pavadas...

Un beso grande, estimada, y que ande usted bien

Diana entrebrochasypaletas dijo...

A mi me corresponden besos, no? xDDD
Claro que la tecnología tiene esas partes buenas, afortunadamente.

No está muy de "moda" morir por amor en este mundo que se vuelve egoísta y donde desparece la compasión (casi todo se mueve por intereses).
El fragmento de los miedos me perdió un poco... sobre todo por la indiferencia de cuando ven el cadáver y actuan tan normal.
El corazón no hay que regalarlo, a veces no merece la pena y es un desperdicio.
Lo de reunirse en el infierno por ser suicida es muy eclesiástico xD No creo que tenga nada que ver el suicidio con haber sido una buena o una mala persona... menos grabe es ese "pecado" que otras maldades que se hacen continuando por la vida :*

Luis dijo...

Estimada, qué gusto verla por aquí :)

jeje... Me encantó la acotación del corazón... De todos modos, yo pienso esto, que sí es eclesiástico: cuando uno da algo de corazón (hasta el corazón) si la otra persona no está capacitada, preparada, abierta o lo que sea para aceptarlo, recibirlo, acogerlo, eso vuelve a uno.

Y lo del infierno, la verdad, no había pensado en el color eclesiástico, a pesar de ser católico. Simplemente, me pareció adecuado para el texto. De todos modos, continúa el relato en otro texto, así que no es el final de todo, jajajaja...

Beso enorme, y muchas gracias por la visita... Ahora voy a ver qué belleza se esconde en tus blogs :)