sábado, julio 15, 2006

PARTIENDO
SED
POSESION

Bueno, acá va la segunda parte. Parte de estos escritos fueron publicados en la página de Ciao! España, y el enlace directo es este. Otros son cosas más nuevas, o no publicadas.

PARTIENDO


Entró y cerró la puerta. Se dejó caer de espaldas sobre ella y contempló la habitación. Quedó así varios minutos, hasta que unos bocinazos de fuera la sacaron de su ensimismamiento.
Caminó entre la penumbra, en dirección a la ventana. Por entre la cortina, miró el pulular de gente en la vereda y de autos en la calle. Se imaginó viviendo la historia de ellos, la de cualquiera que no fuera la suya.
Respiró hondo, puso sus manos en los bolsillos del saco, y se dijo, como recitando una letanía: "Quisiera estar donde sólo fueras una mal sueño que se olvida al despertar. Quisiera estar donde tu nombre no significara cosa alguna. Quisiera estar donde tu engaño no me hiciera sentir ultrajada. Quisiera estar donde no existiera esta angustia que me ahoga, donde hasta morir me parece una buena opción. Quisiera estar donde yo no esté". Con melancolía infinita, contempló el cuarto detenidamente, como queriendo retener para siempre cada imagen en su memoria.
Mientras miraba ese lugar al que jamás volvería, una pregunta surgió en su mente, más como certeza que como duda, mientras unas lágrimas rebeldes surcaban su rostro, cayendo de sus ojos que se resistían a llorar: "¿Y dónde no estaré?"

SED


El sol rebrillaba, pero no era eso lo que él quería. Al contrario, el sol le afirmaba en su sed, que se le volvía incesante e insoportable. Y además, su traje símil astronauta (necesario para sobrevivir en esa parte del planeta, porque le aislaba de la temperatura circundante), le resultaba cada vez más pesado. A este paso, jamás llegaría a la otra estación.
Hubiera llevado un bidón, si no fuera por la explosión ocasionada por uno de sus compañeros en los tanques de abastecimiento. Muchos se habían vuelto locos por algún tipo de bacteria, de las tantas que asolaban por el desierto en la región norte de América del Sur, y entonces él tuvo que tirotear a todos los que le atacaban para sobrevivir. Uno fue hasta la planta de agua y voló las cisternas. Luego se suicidó. De los que estaban cuerdos, sólo él sobrevivió.
¡Oh, un oasis! Es raro, pero suelen formarse por la filtración hacia la superficie de alguna de las napas. Hacia allí apresuró el hombre el paso, pero el esfuerzo le agotó y cayó en tierra.
Se arrastró con las fuerzas que le quedaban, y en casi media hora, estaba a pocos metros del agua. ¡El agua! Se diría que podía olerla, aunque el casco le impedía interactuar con cualquier elemento externo. ¡Vamos!, se dijo. ¡Haz un poco más de fuerza! ¡Te queda poco! ¡Las sondas en la punta de los guantes absorberán el agua y podrás sorber de ella, pero para eso debes estar más cerca! ¡Más! ¡Más! ¡Máaaaugh!

Un infarto, debido a la edad y el esfuerzo realizado, le mató, y le impidió siquiera rozar el agua, que burlona rebrillaba bajo el sol, evaporándose, refrescando el aire circundante, y tal vez (sólo tal vez) respirar ese aire húmedo le hubiera bastado al hombre para tener más fuerzas, y poder tomar aquello que tanto necesitaba.

POSESIÓN


Un sonido fuerte y desgarrador se escuchó en la noche. Los ecos resonaron lejos, hasta que se perdió en la inmensidad de la campiña.

Cuando el hombre despertó, en medio del verdor y el olor a hierba, no supo donde estaba. Miró el cielo con novedoso horror. Sólo con el lento transcurrir del tiempo logró entrever la agitada noche.
Algo obscuro, algo malsano y decadente se había apoderado de él. Lo olía en su cuerpo, lo percibía en su mente, lo sentía en su alma. Pero no lograba saber por qué o por quién.
Repentinamente, sus músculos se movieron sin que él les orderara moverse. Y supo, de manera plena y definitiva, que él ya no era él.


Y acá se acabó este posteo. Espero que les haya gustado (a mí sí XDDDD), y, como siempre digo, que anden bien (debe ser por la hora que me agarra la onda sacerdote de cierre de transmisión; sí, sé que los más chicos no entenderán la broma, pero qué le vamos a hacer... ¡Todo no se puede!).

Saludos

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